“Glovo representa el modelo que queremos”. Las alabanzas vertidas por la consellera de Acció Exterior de la Generalitat, Victòria Alsina, a la empresa fundada por Sacha Michaud y Oscar Pierre en la gala del think tank neoliberal Instituto Ostrom han abierto otra grieta en el seno de la coalición independentista.
Las reacciones a las palabras de la consellera de Junts no se han hecho esperar. La vicepresidenta primera del Parlament y diputada de ERC, Alba Vergés, mencionó a la propia Alsina en Twitter para espetarle que el de Glovo “no es el modelo que queremos. Hace mucho tiempo que desde el Govern se lucha por los derechos y no por la vulneración de derechos de empresas como Glovo”, dijo, para alabar seguidamente el trabajo de su compañero Roger Torrent al frente de Empresa “contra la precarización”.
El PSC ha ido más allá y, a través de su diputado Pol Gibert, ha registrado una serie de preguntas en el Parlament dirigidas al Govern. En una de ellas, pregunta al ejecutivo si “es la posición del Govern tener como referencia el modelo de la mercantil Glovo”. Y en otra, dirigida a Torrent, le interroga acerca de si se están tramitando expedientes de inspección laboral contra dicha empresa.
Otro diputado de ERC, Jordi Albert, también ha cuestionado las declaraciones de Alsina en la entrega de premios del Instituto Ostrom: «Que la consellera Victòria Alsina se informe antes de premiar con elogios a quien se enriquece maltratando a la clase trabajadora». Y desde En Comú Podem, la parlamentaria Susanna Segovia criticó a la consellera desde la ironía: “Definitivamente, Convergència ha vuelto a la cooperación catalana”.
Segovia apoyó también un tweet del secretario general de CCOO en Cataluña, Javier Pacheco, quien interpeló a Alsina señalando que la sede del sindicato y la de su departamento se encuentran puerta con puerta y la invitó a reunirse allí con los ‘riders’ de Glovo para conocer las consecuencias de su modelo de empresa. Y cerraba su mensaje de manera inequívoca: “Glovo explota”.
El modelo de negocio de Glovo, la empresa catalana de reparto a domicilio fundada por Sacha Michaud y Oscar Pierre, ha estado en el punto de mira de los sindicatos desde sus inicios por las continuas denuncias de vulneración de los derechos laborales. CCOO ha señalado recientemente que Glovo incumple la ley Rider aprobada en agosto y que, además, ha modificado su algoritmo «con el propósito de rehuir su responsabilidad ante los trabajadores».
«Estos cambios comportan una disminución importante de los ingresos de los trabajadores y los ponen en una situación económica insostenible y asfixiante», reza el comunicado de CCOO. Y añade: «La reducción de sus ingresos dificulta que puedan hacer frente al pago mensual de su cuota de autónomo y de los pagos trimestrales del IRPF y el IVA, lo cual les obliga, en los casos más extremos, a escoger entre pagar la cuota de autónomo o comprar comida y pagar el alquiler».
