El Parlament constituyó ayer por la tarde la comisión de estudio del modelo policial, presidida por la CUP, y que da cumplimiento a los acuerdos de investidura del presidente Pere Aragonès y los anticapitalistas. El objetivo de este órgano parlamentario es hacer «la mayor auditoría de Mossos» hecha hasta ahora en el cuerpo de seguridad catalán, según palabras de Dolors Sabater, la diputada de la CUP que la preside. El resto de la Mesa está constituida por Pau Morales (ERC) como vicepresidente y Mercè Esteve (Junts) que actúa como secretaria.
Los Mossos recibieron la constitución de la comisión con malestar. Éstos recelan del liderazgo de la CUP y de algunos de los objetivos que los antisistema marcan como básicos, como la creación de un mecanismo de control externo e independiente que tenga la capacidad de fiscalización y sanción de los miembros de los cuerpos policiales. Denuncian que se trata de una fiscalía política y se oponen a ella.
Los Mossos, junto a las policías locales, ya se manifestaron el pasado 23 de octubre, para pedir dignidad y el apoyo del Govern ante las agresiones que sufren los agentes. La Conselleria de Interior, cuyo titular es Joan Ignasi Elena (ERC), también se ha comprometido a crear la oficina, lo que acaba de desconcertar a los Mossos. El pasado martes, la creación de esta comisión ya enfrentó en un agrio debate al conseller Elena con el portavoz de Interior del PSC, Ramon Espadaler.
El malestar interno en el cuerpo catalán llega al extremo que el propio Mayor, Josep Lluís Trapero, consideraría la posibilidad de dejar el cargo, según apunta el digital Crónica Global.
La comisión de estudio del modelo policial en el Parlament es el resultado de una propuesta de ERC, JxCat, CUP y En Comú Podem. Ha sido aprobada con los votos a favor de estos grupos, mientras que Vox, Ciutadans y PP han votado en contra y el PSC-Units se ha abstenido.
