Junts y ERC, los socios del gobierno de la Generalitat, discrepan sobre el plan B que debería aplicarse en el caso de que la CUP no facilite la aprobación de los presupuestos. Mientras ERC ha descartado reiteradamente cualquier alternativa a los cuperos, y en particular ha rechazado recurrir al PSC, Junts sí se decanta por recibir el apoyo de los socialistas, según publica El Periódico citando fuentes gubernamentales.
Esta información añade que ante las dificultades que está encontrando el gobierno para alcanzar un acuerdo con la CUP, Junts opta por el PSC como socio alternativo. Los cuperos han reclamado un giro a la izquierda -y otro referéndum, que no plantean como condición indispensable para favorecer la aprobación de las cuentas-, pero el Departamento de Economía, encabezado por un consejero propuesto por Junts, Jaume Giró, no es flexible en cuanto a incrementar los impuestos a las rentas altas ni a incrementar la dotación presupuestaria para la sanidad.
Los socialistas, por su parte, se han mostrado abiertos en los últimos días a facilitar no sólo el inicio de la tramitación parlamentaria, sino también la aprobación las nuevas cuentas de la Generalitat.
Por otra parte, el calendario de los presupuestos fue confirmado este martes por la portavoz del gobierno, Patrícia Plaja, a pesar de la falta de acuerdo con la CUP, por lo que el 9 de noviembre se mantiene como la fecha en la que el ejecutivo que preside Pere Aragonès prevé aprobar el proyecto de presupuestos para llevarlo al Parlamento de Cataluña. Plaja, asimismo, ha insistido en que el único escenario que contempla el gobierno catalán es la aprobación de los presupuestos con la CUP.
