La ex presidenta del Parlament de Catalunya, Carme Forcadell, se mostró muy crítica con las acciones emprendidas por el ex president Carles Puigdemont durante el octubre de 2017. “Se arrugó, mintió y se fugó” tras haber declarado la independencia de Cataluña, le dijo Forcadell a la periodista Pilar Urbano en noviembre de 2019 desde la cárcel de El Catllar. La entrevista, publicada por El Español, forma parte de la investigación de un futuro libro sobre el Procés.
La ex presidenta de la Assemblea Nacional de Cataluña repasa con autocrítica los hechos del otoño de 2017 y el juicio en el Tribunal Supremo, que le condenó a once años y medio por su actividad al frente del Parlament.
Forcadell también cuestionó el hacer de Artur Mas durante el Procés. “Posiblemente desmarcarse de la independencia le salvó”, arguye en relación a que el ex president no fuera condenado. “Mas tiene el olfato de saber situarse donde no hay peligro. Siempre se libra”, dice Forcadell, quien no duda en señalarle como “el motor”.
En ese sentido, Carme Forcadell cree además que las condenas de prisión no se repartieron de manera justa en relación con la participación y responsabilidad de cada uno de los actores independentistas. “Hay personas que estamos en la cárcel y hemos jugado un papel muchísimo menor que otros que están fuera, en libertad. ¿Por qué? Porque renunciaron a la independencia, incluso se lo desaconsejaron a Puigdemont, y se plegaron a las elecciones convocadas por Rajoy”, señala.
La ex presidenta del Parlament utiliza además a su favor las declaraciones de Mariano Rajoy y la Junta Electoral Central acerca de la ‘no existencia’ de un referéndum el 1-O ni la posterior Declaración de Independencia. “Si no hubo crimen, ¿por qué estamos aquí?”, dice. Ahí, la periodista le dice que hubo ‘delito cortado’. Y Forcadell responde: “Delito cortado, porque Puigdemont se asustó, temió las consecuencias, le dio miedo la cárcel, ‘soy muy joven –dijo- para pasarme veinte años o más en la cárcel’, dobló, y no se atrevió a declarar la Independencia”.
Y prosigue: “Y llegado el momento, Puigdemont duda, o cede a las presiones, que no fueron pocas, y nos decepciona a todos, con aquella ‘declaración de independencia… a la nada’, dejando ‘una mano tendida al diálogo’. ¿Diálogo con quién?”.
Después llegó su huida a Bélgica previo engaño a sus ‘consellers’: “Antes de la fuga, mintió. Tal vez para disimular y despistar, consciente de que la Policía le seguía; o por asegurar la operación, que si no era secreta no salía”, dice antes de enumerar algunas de esas mentiras.
Forcadell se refiera también durante la entrevista al discurso del rey Felipe VI del 3 de octubre: “En mi opinión no debió de hacer aquel discurso. El tema estaba muy caliente, y el Rey también. Pero la verdad es que no concilió, no se situó en un punto imparcial, sino que riñó a los catalanes. En lugar de mediar, de tender la mano, dejando la puerta abierta al diálogo…nos dio cerrojazo. Tomó parte. Y parte acusatoria. Él, que podía haber sido la verdadera solución, se convirtió en el problema”.
Ese diálogo al que se refiere Carme Forcadell es ahora, dice, la mejor estrategia para lograr los objetivos del independentismo: “Yo ahora dudo mucho de que sea buen camino volver a la independencia unilateral. Me inclino más por explorar y utilizar la vía de negociar con el Estado. Es cuestión de echarle valentía por ambas partes, y ganas de arreglar el conflicto”.
Por último, la ex presidenta del Parlament, indultada por el Gobierno en junio de 2021, cierra la autocrítica disculpándose en cierta medida con los contrarios a la independencia: “He pensado que teníamos que haber sido más empáticos con los catalanes no independentistas, pero favorables a la autodeterminación, a un mayor grado de autogobierno. Aquello de la DUI se hizo precipitadamente, no fue bien, creó dolor, frustración y división”.
