Las exigencias de la CUP desafían los planes del Govern para la aprobación de los presupuestos de la Generalitat. La formación anticapitalista emitió ayer un comunicado en el que “exige un giro a la izquierda real” al ejecutivo que preside Pere Aragonès de cara a contar con su apoyo a las cuentas de 2022.
“La defensa de la sanidad pública y del derecho a la vivienda, la energética pública o el despliegue de un plan de industrialización” son algunas de las demandas que los independentistas han puesto sobre la mesa de negociación. Así lo comunicó la agrupación tras reunir a sus representantes en la COP (Coordinadora Oberta Parlamentària), que fue muy clara al criticar que “a día de hoy, no se están cumpliendo los acuerdos de investidura”.
Las reivindicaciones de la CUP amenazan con entorpecer la idea del Govern de aprobar las cuentas a principios de noviembre en el Consell Executiu para su posterior tramitación en el Parlament. ERC deberá pivotar a izquierda y derecha para aunar en un mismo proyecto de presupuestos las peticiones cuperas y los intereses de Junts, un aliado en el Palau de la Generalitat que cuenta con la figura del conseller de Economía, Jaume Giró, como negociador.
El “cambio radical” que exige la CUP al Govern pasa asimismo por la renuncia a los “macroproyectos turísticos y de especulación” que, según denuncian, pretende impulsar la Generalitat. Entre ellos, se encuentran planes “en contra del territorio” como los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, el circuito de Fórmula 1 y la ampliación del aeropuerto del Prat. Y no olvidan su oposición a “la moratoria de los proyectiles de foam o la de las renovables”.
El PSC insiste en su ofrecimiento
Mientras las reclamaciones de la formación anticapitalista complican la aprobación de los presupuestos de la Generalitat, el PSC sigue tendiendo su mano para apoyar el proyecto que emane del Palau. El portavoz socialista en el Parlament, Salvador Illa, ha reiterado en varias ocasiones que no impondría condiciones de ningún tipo al Govern para facilitar la tramitación de las cuentas y evitar que se prorroguen, un año más, las de 2019.
Para los comuns, el Govern debería dar «un giro de 180 grados en políticas ambientales» en los Presupuestos. Eso pasa por incluir el tren-tram de Tarragona, el de la Costa Brava, la extensión del Metro del entorno metropolitano de Barcelona y la conexión de las dos redes de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), según fuentes consultadas por Europa Press.
