El Govern ha anunciado un nuevo decreto para regular los proyectos de energías renovables. Pretende «minimizar el impacto social» de los proyectos ofreciendo un papel más activo de la ciudadanía en todo el proceso.
En el último año y medio, se han presentado en Cataluña cerca de 600 proyectos de energías renovables. En caso de seguir adelante, representarían la instalación de más de 13 GW, una cantidad que supera toda la potencia que hay actualmente instalada en Cataluña.
La avalancha de proyectos ha levantado las protestas del mundo local y los grupos ecologistas. Los promotores, sin embargo, tampoco están del todo contentos, porque han visto como en el primer trámite se tumbaban una quinta parte de los proyectos. De hecho, sólo 9 han llegado a información pública, el primer paso para su aprobación.
Ante la falta de consenso, la consellera de Acció Climàtica, Teresa Jordà, ha optado por una propuesta que quiere priorizar proyectos de pequeños promotores con apoyo de propietarios y vecinos de las zonas donde se instalan los proyectos.
Así, los promotores deberán buscar de entrada la complicidad del territorio afectado. De acuerdo con el decreto que quiere impulsar el Govern, cuando presenten un proyecto para la construcción de un parque solar o eólico, deberán acreditar que cuentan con el apoyo inicial de los propietarios de al menos el 50% de los terrenos donde se ubicará la instalación. Los promotores también deben ofrecer una participación del 20% en la población.
