La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha afirmado que con la apertura parcial del ocio nocturno dictada por la Generalitat «es evidente que no habrá bastante para evitar los botellones», añadiendo que «es un primer paso, pero se tendrán que hacer más pasos» para acabar con el consumo masivo de alcohol en la calle por grupos habitualmente de jóvenes. Colau , en declaraciones a Catalunya Ràdio, se ha mostrado «satisfecha» por esta apertura parcial del ocio nocturno, pero ha afirmado que hubiera querido que «llegara un poco antes de las Fiestas de la Mercè».
En este sentido, Ada Colau ha dicho que el gobierno catalán ha tardado demasiado en tomar la decisión considerando que «poder esponjear la oferta y que no haya un efecto llamada hacia las Fiestas de la Mercè era muy importante, y evitar disturbios como los que se ha visto en Tiana y Bellaterra. La alcaldesa de Barcelona ha asegurado que «no habrá fiesta en la calle» en la Mercè, recordando que las actuaciones musicales «estarán perimetradas para que no haya un efecto llamada» y que «la gente no podrá acercarse a ver el concierto desde fuera», añadiendo que estos espectáculos acabarán a las once y media de la noche.
Colau ha declarado que los botellones «tienen que ver con el cierre del ocio nocturno, pero también con la salida de la pandemia, una nueva costumbre de disfrutar al aire libre, el tema económico, tenemos que hacer una reflexión conjunta». En este contexto, la alcaldesa de Barcelona ha dicho que «convocaremos una mesa con todos los actores para hacer una reflexión de cómo gestionamos esto», añadiendo que «no quiero criminalizar el hecho de que la gente salga, es una necesidad humana y no es nada malo, pero se tiene que hacer de forma que no vaya en detrimento del derecho de los vecinos al descanso».
