El líder del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), Salvador Illa, está volcado en preparar el congreso del próximo mes de diciembre que tiene que escenificar el relevo de Miquel Iceta, que dejará el partido en manos del exministro de Sanidad. Pero, como pasa cada vez que hay movimientos en cualquier partido, las diferentes familias también empiezan a mover hilos para situarse en los núcleos de poder interno. Y es que poder influir en las decisiones importantes de una formación que aspira a gobernar y que lidera la oposición en Cataluña es clave para todas las almas internas.
Pero Salvador Illa, que lleva muchos años en política y sabe como funciona internamente una formación como la suya, quiere evitar que las luchas internas arruinen el congreso y sus preparativos. Es por eso que, según fuentes muy próximas, Salvador Illa ya está repartiendo cargos de peso político entre las diferentes familias del partido para impedir que ninguno se sienta descontenta y poder, así, mostrar una imagen pública de unidad absoluta. Otra cosa es lo que pueda durar esta paz interna si el PSC no acaba accediendo al poder en Cataluña a corto plazo. Y de experiencias parecidas, el PSC ya tiene unas cuántas en la historia.
