El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha insistido en que las negociaciones con el gobierno central no tienen que estar marcados por plazos concretos. Aragonès ha dicho que después de la reunión que ha mantenido esta tarde con el presidente del gobierno central, Pedro Sánchez, ha constatado el compromiso de construir confianzas y avanzar con «metodologías y procesos». De este modo, el presidente catalán se ha distanciado de los posicionamientos de JxCat y la CUP. El jefe del ejecutivo catalán ha reconocido que para abordar las pretensiones independentistas ante el Estado, las fuerzas independentistas «necesitaremos mucha unidad y mucha perseverancia».
El presidente Aragonès ha insistido en el hecho de que el gobierno central ha admitido el «conflicto de carácter político», que a su parecer necesita «diálogo y negociación» que se tiene que debatir en la mesa de diálogo. Aragonès reconoce que las posiciones que defiende la Generalitat y las que defiende el gobierno del Estado están «muy alejadas», a pesar de que ve voluntad para «avanzar en la resolución del conflicto». El jefe del ejecutivo catalán ha calificado el encuentro de hoy de «reinicio» del diálogo después de «el paréntesis de la pandemia y la inhabilitación del presidente de la Generalitat».
A diferencia de las advertencias hechas por el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, el presidente Aragonès ha asegurado que separa las negociaciones de la mesa de diálogo de las que se lleven a cabo entre los republicanos y el gobierno central para pactar el apoyo de ERC a los próximos presupuestos generales del Estado, a pesar de que ha reconocido «que todo ayuda» si hay entendimiento en una negociación de cara a la otra.
Ante la voluntad del presidente Sánchez de pedir la opinión del resto de España sobre cualquier nuevo marco de relación entre Cataluña y el resto de España, el presidente catalán ha insistido en su intención de convocar un referéndum solo para Cataluña. Aragonès ha defendido en este contexto que «estamos ante un proceso de negociación que tiene que empezar, y es importante la construcción de confianzas, y que se trabaje según una metodología».
El presidente Aragonès ha declarado, por otro lado, que los indultos concedidos por el gobierno central a los independentistas condenados por el proceso independentista son «un primer paso» para acabar con lo que ha calificado de «la represión» del Estado. En este punto, Aragonès ha insistido en poner como objetivos encima la mesa de diálogo la amnistía y la autodeterminación.
Ante el hecho de que finalmente en esta primera reunión entre su ejecutivo y el gobierno central, no haya habido representación de sus socios de gobierno, JxCat, Aragonès ha insistido en su voluntad que la delegación catalana tenga representación de los exconvergents.
