El segundo teniente de alcalde del Port de la Selva, Roger Pinart, se ha desdicho de las disculpas por insinuar que la diputada de Ciudadanos en el Parlamento Anna Grau viste como una prostituta. Después de pedir perdón «de manera solemne y sincera» a través de Twitter, adjuntando una imagen de cuando Juan Carlos I de disculpó después de ser pillado cazando elefantes en Botsuana, el político de JxCat ha dado marcha atrás y ha criticado que Grau no haya pedido perdón por llamar «macarra» a la presidenta del Parlamento, Laura Borràs.
«He pedido disculpas. Ella no. ¿Por qué ella sí y yo no puedo? Haré exactamente lo mismo que haga ella. Si ella plega, previas disculpas a la presidenta del Parlamento, yo plego. Es fácil», ha escrito Pinart. Por otra parte, lejos de retractarse de las palabras que ha dirigido a Grau, el teniente de alcalde del Port de la Selva ha compartido varios tuits de otros usuarios que le han apoyado.
«Os daréis cuenta de los primeros síntomas de la rendición cuando ellos nos puedan insultar en nombre de la libertad de expresión y nosotros tengamos que rectificar pidiendo perdón ‘por no ponernos a su nivel…’ En la guerra si se tiene que bajar al barro y enmierdarse se baja, sin complejos», ha compartido Pinart, añadiendo que la persona que ha escrito el tuit es un «puto ídolo».
También ha celebrado que «alguien mínimamente inteligente» se quede «con el fondo y no con la forma», en referencia a un tuit que considera que «se utiliza la excusa del machismo para desviar la atención sobre una justa denuncia con elementos muy objetivos». «Esto de la indumentaria vale para la diputada españolista y también para cualquier independentista que vaya con pantalones cortos y chanclas a la Cámara. No se trata de identidad nacional, que también, sino de respeto institucional a una institución chivo expiatorio de la historia», dice el tuit.
Pinart ha agradecido «los cientos de mensajes de apoyo, a pesar de que os dé miedo hacerlo público por la reacción de la caverna», y ha justificado su actitud insistiendo en que Grau también debería pedir disculpas por llamar «presidenta muy macarra» a Borràs.
