El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha avalado la prórroga de las restricciones para luchar contra la propagación de la covid-19, concretamente las limitaciones en las reuniones sociales y en los aforos. El toque de queda, sin embargo, decaerá esta medianoche en toda Cataluña, después de que el Gobierno de la Generalitat haya considerado que «no tiene sentido» mantenerlo sólo en los 19 municipios que permite el tribunal.
Así pues, las restricciones que se han prorrogado siete días, como mínimo, hasta el próximo viernes 3 de septiembre, son la limitación de las reuniones a un máximo 10 personas -salvo que se trate de conviventes- y el 70% de aforo de los actos sociales y religiosos, incluidos bodas, ceremonias de culto y funerales, con un máximo de entre 1.000 y 3.000 personas. A diferencia del toque de queda, el TSJC considera que estas medidas «están debidamente justificadas» por el contexto de la pandemia.
Después de que, la semana pasada, el tribunal considerara que el confinamiento nocturno solicitado por el Gobierno no se correspondía con criterios sanitarios, sino de orden público, el ejecutivo catalán trató de cambiar los criterios para que la medida se aplicara nuevamente a grandes ciudades como Barcelona. El TSJC, sin embargo, volvió a negarse argumentando que la policía debería poder controlar las interacciones sociales sin el toque de queda.
El Gobierno, que no está de acuerdo con la decisión del tribunal, ha decidido renunciar al confinamiento nocturno y seguir prorrogando el resto de medidas. «No se trata de ir haciendo un pulso con el TSJC», ha comentado el presidente Pere Aragonès este miércoles, advirtiendo, sin embargo, que si los datos epidemiológicos en Cataluña «empeoraran», se volvería a poner sobre la mesa la aplicación del toque de queda.
