La ley ‘Rider’ entra en vigor con muchas dudas sobre su aplicación

La controvertida normativa obliga a que los repartidores pasen a ser asalariados en vez de 'falsos autónomos'

Repartidor de Glovo

La ley ‘Rider’ entra en vigor este jueves con dudas legales sobre las fórmulas que las empresas utilizarán para cumplirla, el apoyo con reservas de algunas asociaciones y el rechazo de otros. La norma, aprobada a mediados de mayo tras un acuerdo entre el gobierno español, la patronal y los sindicatos, busca que los repartidores pasen a ser asalariados en vez de ‘falsos autónomos’. La norma se activa después de que haya expirado la moratoria de tres meses impulsada por el gobierno español, un período que debería haber servido para que las empresas del sector se adaptaran a la nueva realidad.

El asunto queda lejos de estar resuelto y de generar unanimidad. Ya desde que la legislación comenzó a ser debatida, varios colectivos han salido a la calle para denunciar lo que califican de «laboralización forzada», mientras que los que están a favor señalan los numerosos errores de los tribunales que han indicado que los repartidores no son autónomos.

Deliveroo
Las plataformas aún deben resolver diversas cuestiones sobre cómo se adaptarán a la normativa. Así, el otoño se presenta caliente en el sector. De entrada, el pasado 30 de julio, Deliveroo anunció que deja España por dificultades en la viabilidad de su negocio en el país. La decisión de la compañía implica abrir un procedimiento de despido colectivo que, según un documento enviado por la empresa a los riders, afecta 3.871 personas, entre repartidores y otro personal.

Glovo
Otra patata caliente será el nuevo modelo operativo planteado por Glovo. La compañía española anunció el 28 de julio que contratará a 2.000 repartidores en España antes de que acabe el año, pero que seguirá operando con autónomos (entre 7.000 y 10.000), bajo un modelo que, según ha defendido, «cumple la ley y sigue el criterio establecido por el Tribunal Supremo y el Tribunal de Justicia de la UE». Algo que no comparten ni CC OO ni UGT, que defienden que lo que hace Glovo es un pulso al Estado.

Esta misma semana, CCOO ha interpuesto dos denuncias contra Glovo ante la Inspección de Trabajo, asegurando que la empresa hace «trampas» ante la ley rider. «Una de las querellas es para alertar de que gran parte de los repartidores de Glovo continuarán trabajando como autónomos aunque la ley impone su contratación laboral», ha insistido el sindicato.

Uber Eats
Por otra parte, Uber Eats aún no ha especificado con qué modelo trabajarán, aunque CincoDías informaba esta semana que la plataforma subcontratará sus flotas a terceros para cumplir la ley rider. La compañía confirma su «compromiso» con el Estado y asegura que aquellos que quieran operar a través de la plataforma como autónomos no podrán hacerlo. La empresa detallará el funcionamiento de su modelo hoy, coincidiendo con la entrada en vigor de la normativa, e insiste en que el ejecutivo español garantice que «todos los operadores del sector cumplan las nuevas regulaciones para competir en igualdad de condiciones».

Just Eat
La plataforma que no tendrá que hacer ajustes es Just Eat, ya que es la única de las cuatro grandes plataformas que utiliza un modelo laboral propio. Coincidiendo con la entrada en vigor de la nueva ley, la empresa quiere tener ahora una «red propia» de repartidores. Es por eso que está negociando un convenio con UGT y CCOO que, según fuentes sindicales, se cerrará tras el verano.

Ley «pionera»
Desde el gobierno español califican la ley de «pionera» ante unos cambios tecnológicos «que son imparables». Tras ser aprobada, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, destacó que la norma está «a la vanguardia de la legislación internacional» y que no sólo es el Estado quien está pendiente de cómo se implementa. «Nos consta que Europa nos está mirando», dice.

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