¿Por qué Laporta no puede justificar la paz con Neymar?

Neymar

Un socio del FC Barcelona ha pedido oficialmente el documento del acuerdo extrajudicial alcanzado con Neymar zanjando así sus pleitos pendientes. La razón que ha impulsado al socio a solicitar aclaraciones no es otra que la fundada sospecha de que sólo sale beneficiado el exjugador del FC Barcelona.

El club renuncia, según el pacto, a los 6,5 millones de un litigio de lo social a los que Neymar fue condenado tras su escandalosa fuga al PSG. También 10 millones añadidos que la comunicación del club no menciona como resultado de una regularización con Hacienda sobre 10 millones pagados de más al futbolista registrados en una inspección fiscal. Como ahora el Barça deja de reclamarlos, a los 6,5 hay que añadirle esos 10 millones, un total de 16,5 que Hacienda puede interpretar como donación o como salario, nunca se sabe, con la correspondiente tributación a cargo del FC Barcelona.

Eso sin contar con el resultado de un pleito puesto en agosto de 2017, otra demanda laboral en la que le reclama 8,5 millones de euros en concepto de daños y perjuicios y un 10% adicional en concepto de cargos de demora, lo que hacen un total de 9,35 millones de euros. Además, le reclamó que devolviera unos 34 millones ya cobrados de la prima de renovación.

El FC Barcelona, por otro lado, había obtenido una primera sentencia desestimatoria de las pretensiones del jugador de cobrar íntegra la prima de renovación pactada un año antes, en principio sujeta al cumplimiento de ese contrato roto cuando, a través del PSG, pagó 222 millones de su cláusula de rescisión.

Así empezó el primer caso Neymar, cuando el socio Jordi Cases consiguió colar en la Audiencia Nacional una querella por apropiación indebida, en modalidad de distracción, contra el FC Barcelona, según argumentó por no recibir de la junta de Rosell, dijo, las explicaciones oportunas. El club explicó en su momento todos los detalles de la operación. En este caso será imposible que ni Joan Laporta ni nadie sea capaz de dar una explicación razonable.

La maledicencia relaciona esta bondad compulsiva del presidente con su amistad con Pini Zahavi, agente de futbolistas que participó en la operación de fichaje de Neymar por el PSG. Laporta y Pini Zhavi habían mantenido hasta ese momento una relación financiera como socios de una empresa radicada en Malta. Es probable, sin embargo, que el final sí sea el mismo, una querella en el juzgado aunque habrá que ver si este socio lo consigue sin la ayuda del aparato que si tuvo Jordi Cases, relacionado con el entorno de Joan Laporta, entonces líder de la oposición, y la rabia del madridismo y del palco del Bernabéu por fichaje de Neymar por el Barça después de que este hubiera pasado hasta revisión médica con el Real Madrid. Los abogados del Barça saben de sobras, aunque no lo puedan explicar, hasta qué punto la abogacía del estado, bajo la jefatura de la exsecretaria del Real Madrid, Marta Silva, y la fiscalía en manos de Edmundo Bal, presionaron en un caso que, se demostró, ni siquiera era de su competencia.

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