El estudio SeroCov, coordinado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Hospital Clínico ha confirmado que los anticuerpos contra la covid-19 se mantienen estables, al menos, siete meses después de la infección inicial. Según los resultados del trabajo, publicados en la revista Nature Communications, la inmunidad puede llegar incluso a aumentar después de estos primeros meses.
«Hemos observado que en un 75% de los casos los niveles de anticuerpos aumentan a partir de los cinco meses, sin ninguna evidencia de que esto se deba a una reexposición al virus o a una reinfección», ha explicado Gemma Moncunill, coautora del estudio y investigadora del ISGlobal. En declaraciones a El Periódico, Moncunill ha revelado que, en el caso de las personas vacunadas, «su respuesta inmunológica es más robusta».
«La inmunidad generada tras una infección y la inmunidad generada tras la vacuna no son exactamente la misma. Los anticuerpos generados después de pasar la enfermedad dependen de muchos factores, como, por ejemplo, si ha sido una infección sintomática o asintomática. Las vacunas, en cambio, optimizan mucho la respuesta inmune contra el virus. Por lo que sabemos hasta ahora, los anticuerpos generados tras la vacunación son mucho más resistentes y duraderos que los generados tras una infección natural», ha explicado la investigadora.
El estudio se inició el año pasado, en la primera ola de la pandemia, y han participado 578 sanitarios del Clínico de Barcelona que estaban expuestos (por su trabajo) al virus. Después de pasar por cuatro exámenes serológicos, se detectaron más de 90 positivos entre los que había personas sintomáticas y asintomáticas y, mediante una herramienta desarrollada por el mismo equipo científico llamada Luminex, los investigadores pudieron medir los niveles de tres tipos de anticuerpos (IgA, IgM, IgG) que se generan después de contraer la covid.
