El consejero de Salud, Josep Maria Argimon, ha reconocido en una entrevista en El Periódico que no se esperaban que la pandemia se acelerara tanto en verano -aunque sí se preveía un rebrote- y ha hecho autocrítica sobre la gestión que se ha llevado a cabo desde la Generalitat para tratar de apaciguar la quinta ola.
«Nosotros ya prevemos un rebrote, incluso una Rt de hasta 2,3. Pero calculábamos que este posible repunte se controlaría bien cuando tuviéramos un 52% de pauta vacunal, a mediados de julio. Pero estas estimaciones se han superado con creces. Nadie esperaba llegar a un índice de reproducción (Rt) de 3,7 «, ha admitido el consejero. Argimon ha reconocido que «algo se ha hecho mal» teniendo en cuenta los números y la situación, pero ha argumentado que las medidas restrictivas como la limitación de reuniones a 10 personas y el toque de queda nocturno no se podrían haber aplicado antes, ya que a finales de junio había una «incidencia bajísima» y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) se hubiera negado a restringir derechos y libertades.
El consejero considera que el toque de queda será necesario durante semanas, pero no se ha atrevido a pronosticar cómo será el otoño. Además, Argimon no ha descartado que haya una sexta ola ni tampoco que pueda ser necesaria una tercera dosis de la vacuna: «No podemos pensar en terceras dosis si no acabamos de vacunar a todo el mundo. Tenemos que ver estudios que nos digan cuánto tiempo dura la inmunidad y eso no lo tenemos todavía».
Respecto a la polémica decisión de la Generalitat de no hacer tests a los contactos, el consejero ha defendido que «saber si eres o no positivo por haber estado en contacto estrecho nos aporta menos información que en otras situaciones», y ha asegurado que «lo que nos hace realmente mal es que un 40% de gente admita que no sigue la cuarentena ni el aislamiento».
