La tasa de vacunados contra la covid-19 dentro del sector sanitario supera el 90%, una cifra más alta de las que se consigue, por ejemplo, en la campaña de vacunación de la gripe. Con todo, alrededor de un 7% no están vacunados y no se les puede obligar por ley a hacerlo.
«Ojalá el 100% estuvieran vacunados», ha dicho la directora del Servicio Catalán de Salud, Gemma Craywinckel. «Hay un 7% de profesionales no vacunados por ahora. No los podemos obligar a hacerlo, pero sí los podemos enviar el mensaje que éticamente y deontológicamente es muy importante que se vacunen. Lo que no puede ser es que una persona que tiene en su corpus profesional la protección y el beneficio de la población lo ponga en riesgo por no vacunarse «, añade.
Sea como quiera, Salud no tiene herramientas legales para obligar a los trabajadores a vacunarse. De hecho, en España vacunarse no puede ser un requisito para trabajar ni argumento para despedir ni en el sector público ni en el privado. Si una empresa pide un certificado de vacunación contra la covid para contratar a un trabajador, vulnera derechos como el de la intimidad, la protección de datos y el libre acceso a un puesto de trabajo.
En otros países europeos sí es obligatorio vacunarse. En Francia, una nueva ley obliga a los profesionales sanitarios o que trabajen con colectivos vulnerables, tanto del sistema público como privado, a inmunizarse antes del 15 de septiembre. La norma afecta residencias o centros de personas con discapacidad, bomberos, psicólogos, osteópatas y ayudantes de ancianos, entre otros. Grecia fue uno de los primeros países en hacer obligatoria la vacuna, para los trabajadores de la sanidad y las residencias.
Por otra parte y a escala de la población en general, Salud hace un llamamiento a todos los que aún no estén vacunados para que pidan hora para avanzar en el camino para llegar a la inmunidad de grupo. Por primera vez la demanda para vacunarse está bajando en Cataluña, El departamento ha abierto esta semana 150.000 citas en Vacunacovidsalut.cat, y este jueves todavía quedaban más de la mitad. La situación contrasta con lo que ocurría hace pocas semanas, que las horas para vacunarse terminaban en cuestión de pocas horas.
