La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, recibe un suspenso de los ciudadanos por cuarta vez seguida en la última encuesta municipal, que sitúa a ERC ampliando su ventaja sobre Barcelona en Comú en intención de voto, y al jefe de filas republicano, Ernest Maragall, como el único líder municipal que aprueba, ya que recibe un 5,5. Colau sube cuatro décimas en valoración, hasta un 4,7, la misma nota que su teniente de alcaldía Jaume Collboni (PSC) y que la jefa de filas de JxCat, Elsa Artadi.
La alcaldesa encabeza un consistorio que genera una división de opiniones cada vez más marcada sobre su gestión, según el sondeo municipal. Mientras que entre 2015 y mediados de 2018 la percepción que predominaba sobre la gestión es que era buena o muy buena, a menudo por sobre el 50% de los encuestados, y menos del 30% la consideraba entonces mala o muy mala, durante los últimos tres años estos dos pareceres discrepantes se han equiparado.
En la última encuesta, un 44% considera que la gestión del gobierno de Colau es buena o muy buena, y un 13,7% la ve normal, mientras que un 39,2% concluye que es mala o muy mala. A pesar de este aprobado otorgado por más de la mitad de los ciudadanos, los encuestados señalan la gestión de Colau como el segundo problema de la ciudad, sólo superado por la inseguridad.
