Hacienda reclama 300.000 euros a un empresario independentista que, indignado con el recorte del Estatuto, decidió dejar de pagar sus impuestos a la Agencia Tributaria española. Andreu Bartolomé comenzó a hacer un «acto de reivindicación fiscal» para aplicar la soberanía fiscal que proponía el Estatuto, según publica El Món.
Durante dos trimestres pagó sus impuestos a la Agencia Tributaria de Cataluña e informó posteriormente a la española. El tercer trimestre dejó de informar Hacienda, porque entendió que ya «se habían enterado» de lo que hacía.
No satisfecho, el empresario informó entonces a la Generalitat que no quería que el dinero que les ingresaba pasara a Madrid, que es lo que tiene que hacer por ley la Agencia Tributaria de Cataluña, «porque los españoles usaban el dinero para rescatar bancos».
A partir de entonces, al no recibir información de la Generalidad sobre dónde tenía que pagar el dinero si no quería que llegara al Estado, el empresario inició un «trabajo de investigación» para averiguar dónde tenía deudas la Generalidad. De este modo, hacía transferencias con los impuestos a escuelas u otras instituciones y presentaba el comprobante a la Agencia Tributaria de Cataluña.