La dirección y la plantilla de CaixaBank acaban de cerrar el acuerdo para despedir 6.452 trabajadores, 608 de ellos en Cataluña. Se trata del ERE más grande de la historia de la banca española, que afectará al 12,6% de la plantilla.
Después de tres días de negociaciones a contrarreloj, al final habrá 1.800 afectados menos de los planteados de inicio aunque habrá 570 recolocaciones directas en otras empresas del grupo y 138 vacantes en filiales que se ofrecerán a toda la plantilla. En un primer momento, a mediados de abril, el ERE estaba previsto para 8.291 trabajadores.
La mayoría de los despidos, 5.419, se concentrarán en la red de oficinas, las direcciones territoriales y los servicios centrales distribuidos. El resto corresponden a servicios centrales (862 salidas) y otros departamentos. En Cataluña, el grueso de los trabajadores afectados son en las comarcas de Barcelona (528); en Girona, el recorte es de 55 empleados; en Lleida, de 15; y, en Tarragona, de 10.
Este ERE llega después de la fusión con Bankia y, durante los últimos días de negociaciones, la entidad ha vivido las primeras huelgas generales de su historia, con un seguimiento del 90% según los sindicatos. En el acuerdo final, los sindicatos también han conseguido su principal reivindicación, que era que no hubiera salidas forzosas. El pacto apuesta por la voluntariedad y no contempla cláusula de cierre, es decir, la empresa no podrá forzar el número total de salidas si no hay suficientes voluntarios.
