Un comentario de medio minuto durante la reciente emisión de la competición preolímpica de natación artística ha situado a TV3 en el punto de mira de las críticas en Israel. Una de las personas que se ha hecho eco del vídeo, la columnista de The Jerusalem Post Emily Schrader, ha comentado que «de ESO es de lo que la reportera de la TV catalana elige hablar durante la actuación de las deportistas israelíes. Odio obsesivo e irracional a los judíos y a Israel».
En concreto, la comentarista catalana había manifestado que «más allá de los comentarios técnicos, yo también no quisiera dejar de señalar que la presencia internacional de Israel en el ámbito del deporte y la cultura es una estrategia más para blanquear el genocidio y la vulneración de derechos humanos que está cometiendo contra el pueblo palestino».
«Lo estamos viendo el preolímpico, aquí en Barcelona, lo hemos visto también, repetidamente, en Eurovisión, y parece que durante estos eventos desaparecen los crímenes de guerra del Estado israelí. Entonces, creo que es importante ser conscientes de ello como espectadoras y hacer visible esta situación para no normalizarla, ¿no?», ha añadido.
En Cataluña, la defensora más mediática d’Israel, Pilar Rahola, que es también colaboradora de TV3, ha difundido la queja de un perfil de Twitter llamado Combate Antisemitism Movement, que incluía este corte del vídeo emitido en la TV pública catalana.
También se ha hecho eco Toni Florido, el presidente de la Asociación Catalana de Amigos de Israel (ACAI), que ha lamentado la falta de reacción del gobierno catalán. Florido ha destacado que la diplomacia española «puede cometer errores, pero también sabe rectificar con rapidez», después de que la cuenta de Twitter de la embajada de España en Israel borrara un mensaje en el que citaba un fragmento del famoso escritor Francisco de Quevedo, a quien se tacha de antisemita.
Seguidamente, Florido ha reprochado al gobierno catalán que «a diferencia del español, no ha hecho absolutamente nada» en relación con el comentario emitido durante la competición de natación, y ha añadido que «la diferencia entre ser un Estado o una simple región radica en la capacidad para tomar decisiones y rectificar los errores». Sea como fuere, el conflicto entre Israel y Palestina divide a los independentistas: el sector más cercano a la CUP -también, en buena parte, el de ERC- es favorable a Palestina, mientras que el sector más derechista, de la órbita de Convergència, es defensor de Israel.
