Podemos ha cerrado este domingo la asamblea para renovar la dirección del partido, la primera con la ausencia de Pablo Iglesias. Su salida, primero del gobierno español y después de la política española, provocó la convocatoria de una asamblea en Alcorcón, donde la militancia de Podemos ha elegido Iona Belarra para dirigir el partido. Iglesias no ha asistido -según su entorno- porque no quiere tutelar la nueva etapa del partido.
La ministra de Derechos Sociales encabezaba una candidatura continuista, pero ya ha advertido que quiere un Podemos más «coral y colectivo en el que se escuche a los territorios».
A su lado, como número 2, Irene Montero, la responsable de la cartera de Igualdad, que se ha marcado como objetivo relanzar la vicepresidenta Yolanda Díaz como futura presidenta del gobierno español. Así funcionarán, como una bicefalia: Ione Belarra controlando el partido y Yolanda Díaz -desde fuera, no es militante de Podem- preparando su candidatura a las próximas elecciones españolas.
Entre las personas que continuarán teniendo un papel clave, el portavoz parlamentario Pablo Echenique, o Rafa Mayoral, uno de los veteranos del partido. También formarán parte del Consejo Ciudadano estatal Jéssica Albiach y Jaume Asens.
