TV3 y Catalunya Ràdio pierden la cobertura del CAC para justificar su falta de neutralidad y pluralidad

El nombramiento de Yvonne Griley como directora general de Asuntos Religiosos deja en minoría a los postconvergentes

«Los informativos de TV3 fueron los que recogieron más diversidad de voces políticas de marzo a agosto de 2020». Este era uno de los titulares del resumen que el Consejo del Audiovisual (CAC) hizo de su informe sobre pluralismo en la televisión y la radio el pasado verano. La consejera del CAC, Carme Figueras, presentó un voto particular en el que, tras analizar los entrevistados en los programas Més 324, FAQs y Tot es mou, de TV3, decía que «no cumplen con las obligaciones de servicio público que le son exigibles respecto, específicamente, al pluralismo político y al equilibrio en la diversidad de opiniones de la sociedad catalana, y no reflejan la realidad que se constata en todas las encuestas y en los procesos electorales». Si hoy se pusiera a debate el mismo informe, el acuerdo que adoptaría el CAC sería el que defendió Figueras y el voto particular lo presentaría el representante postconvergente en este organismo, Roger Loppacher. Loppacher ha quedado en minoría después de que Yvonne Griley, la consejera de JxCat con la que decantaba las votaciones en favor de los intereses de los grupos independentistas, haya sido nombrada directora general de Asuntos Religiosos de la Generalitat.

La presidenta en funciones de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), Núria Llorach, y los directores de TV3 y Catalunya Ràdio –Vicent Sanchis y Saúl Gordillo– han tenido siempre a mano durante su mandato la baza de recurrir al CAC para defenderse de las acusaciones de sesgo ideológico proindependentista de sus medios. Las denuncias por la presencia exagerada que tienen los tertulianos independentistas, el papel que juegan Pilar Rahola y Empar Moliner o los gritos de «Puta España» de Jair Domínguez en los programas donde participa ya no quedarán diluidos bajo las justificaciones del CAC.

Las votaciones en el CAC se han decidido desde hace unos meses por el voto de calidad de Roger Loppacher. Tras la marcha de los consejeros Eva Parera y Salvador Alsius, la dirección del Consejo del Audiovisual ha quedado reducida a Loppacher, Figueras y Daniel Sirera. Figueras fue elegida con el apoyo del PSC y Sirera, con el del PP. Desde la marcha de Salvador Alsius, muchas votaciones en el Consejo del CAC han terminado empatadas. A partir de ahora este empate ya es imposible. La única opción que le queda al independentismo es intentar entorpecer la función de este organismo, una de cuyas funciones básicas es «velar por el cumplimiento de la normativa reguladora del audiovisual, en particular de los principios del pluralismo político, social, religioso, cultural y de pensamiento».

La noticia del fichaje de Griley por la nueva consejera de Justicia, Lourdes Ciuró, de JxCat, ha cogido por sorpresa a muchos dirigentes del partido que dirige Carles Puigdemont. En privado muchos han mostrado su indignación y sorpresa por una decisión que les deja sin el control de una instancia administrativa que hasta ahora había parado los golpes y las denuncias por el desprestigio en que han caído TV3 y Catalunya Ràdio en los últimos años por su deriva ideológica. Carme Figueras y Daniel Sirera están preparando ya sus propuestas para unas próximas reuniones del CAC que prometen ser muy interesantes, informativamente y políticamente hablando.

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