Josep Bou ha llegado a la política con una carrera empresarial a sus espaldas. Hace poco más de dos años se incorporó al Partido Popular (PP) y obtuvo el acta de concejal en Barcelona. Su entrada en el consistorio fue polémica entre su gente. Él quería hacer su equipo y, por ello, consiguió que el PP aceptara introducir cambios.
Además, sus relaciones con el otro concejal popular, Óscar Ramírez, son casi inexistentes. En cambio, Bou mantiene estrechas relaciones políticas -e, incluso, personales- con diferentes concejales de otras formaciones, ideología al margen. Por ejemplo, el líder del PP en Barcelona ha destacado más de una vez en público a Jordi Martí Grau, de la máxima confianza de la alcaldesa, Ada Colau, así como a Jordi Castellana (ERC) y Jaume Collboni (PSC), entre otros.
Bou asegura que él nunca reprobará a una persona por su actividad política, pero sí suspenderá dicha actividad política.
La entrada de Bou en el Ayuntamiento ha hecho reaparecer las formas que durante años tuvieron Enrique Lacalle y, también, Alberto Fernández Díaz. Ambos siempre separaron las críticas políticas de las relaciones personales. La actitud de Bou está lejos de la de otros dirigentes actuales de su partido, sobre todo los que actúan a escala española.
Incluso se muestra dispuesto a debatir en TV3 con Pilar Rahola y asegura que firmará contra los indultos a los políticos independentistas si se lo piden, dando a entender que él no está en contra de esa medida de gracia.
