La retirada del monumento franquista de Tortosa continúa ocasionando discrepancias, sobre todo después de que este lunes el pleno del ayuntamiento tortosino rechazara la moción popular que defiende la reinterpretación del vestigio. Movem Tortosa, ERC, el PSC y la CUP han votado en contra de la petición impulsada por los colectivos Corembe y Tortosins pel Monument, mientras que JxCat ha optado por abstenerse argumentando que se debía respetar el resultado de la consulta popular de 2016, donde un 68% de los votantes se mostró de acuerdo con la reinterpretación del monumento.
Ciudadanos ha sido el único partido que ha votado a favor de la moción, la cual se ha presentado acompañada de más de 1.400 firmas de apoyo, aunque finalmente no ha sido aprobada. El portavoz de Corembe, Josep Otero, lamentó que el ayuntamiento imponga la retirada del monumento que conmemora la victoria del general Franco en la Batalla del Ebro sin respetar el resultado de la consulta y lo ha descrito como «un menosprecio a la ciudadanía y un acto totalitario».
La moción incluía también la petición de paralizar el proceso de la retirada y en este sentido la portavoz de Junts, Cinta Espuny, argumentó que podría ser «una ilegalidad» para que las licencias de obras «son actos reglados» y, por tanto, supondría un acto de prevaricación. De hecho, ya se han iniciado las prospecciones del terreno donde se situará la grúa para retirar el monumento aunque las obras no empezarán hasta el 18 de julio, coincidiendo con el 85 aniversario del golpe de Estado franquista.
El domingo, antes de que se produjera el pleno del ayuntamiento de Tortosa, unas 150 personas se manifestaron a favor de reinterpretar el vestigio alegando, tal como comentó Otero, que «es una apuesta muy abierta para reinterpretarlo vuelo decir ponerlo en marcha con otros conceptos que se puede sumar todo el mundo «. Una visión opuesta a la que defienden las entidades memorialistas, que consideran que la reinterpretación no es posible porque el monumento formó parte de «la operación propagandística de la dictadura franquista para justificar la guerra y la represión política con una supuesta paz».
El monumento en cuestión es una pirámide de hierro forjado con una altura de 45 metros que se construyó en 1966 con motivo del 25 aniversario de la victoria franquista en la Batalla del Ebro, y su futuro ha dividido las opiniones de los vecinos de Tortosa entre los que se muestran favorables a su retirada y los que consideran que habría que reinterpretarlo y mantenerlo donde se encuentra.
