Òscar Grau, ex director general del Barça, y Román Gómez Ponti , ex jefe de los servicios jurídicos del club azulgrana, han declarado en el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona en relación al Barçagate. En esta comparecencia ante la justicia, Grau y Ponti, que fueron detenidos junto con Josep Maria Bartomeu y Jaume Masferrer por el caso, han dado la espalda al expresidente y la han señalado de forma clara como máximo responsable del Barçagate.
De hecho, de las declaraciones se desprende que Bartomeu, siempre según esta versión, fue el gran ideólogo de la operación, mientras que Masferrer, que era su mano derecha, fue el ejecutor.
Además, también se ha conocido que el ex presidente del Barça habría pagado, presuntamente, hasta 600.000 euros por la auditoría exculpatoria del Barçagate.
De este modo, aseguran que todas aquellas operaciones que ellos llevaron a cabo relacionadas con el Barçagate eran órdenes directas de Bartomeu o de Masferrer.
Esta estrategia de dos personas que fueron muy importantes en el equipo del ex presidente del Barça podrían cambiar su forma de actuar ante el caso y acabó declarando. Cabe recordar que tanto él como Masferrer se negaron a hacerlo cuando fueron detenidos a principios de marzo.
