Los Mossos d’Esquadra contarán en breve con una unidad dedicada específicamente a investigar delitos de odio, según ha anunciado el inspector David Sánchez este martes en Catalunya Ràdio. Inicialmente, desde antes del verano, funcionará de manera embrionaria y estará plenamente operativa a finales de año, según la previsión de la policía catalana.
Esta unidad, que dispondrá de una dotación de entre 10 y 15 agentes que se encuentran ahora en proceso de selección, se encargará de los casos más complejos y, además, establecerá directrices para la aplicación del protocolo sobre las investigaciones de delitos de odio en los casos que asuma el resto del cuerpo de Mossos.
El inspector David Sánchez ha destacado que los delitos de odio representan un porcentaje muy pequeño del conjunto de delitos que se denuncian. Además, se ha referido a la cantidad de delitos de odio producidos y no denunciados como una «cifra negra» que «es muy elevada».
El anuncio sobre la nueva unidad llega después de que se produjeran tres agresiones homófobas en Barcelona el último fin de semana. En dos de los tres casos los hechos se han denunciado, y los Mossos esperan que se presente una denuncia por el caso restante este mismo martes.
La policía catalana ha recibido este año 93 denuncias sobre presuntos delitos de odio, 30 de ellos por actos de racismo, 20 por discriminación ideológica y 30 más sobre presuntas agresiones homófobas, una cifra que el Observatorio Contra la Homofobia sitúa por encima de las 70.
Las denuncias por delitos de odio se han triplicado durante la última década: de los 169 hechos denunciados en 2010 se ha pasado a los 524 de 2019, según los datos de los Mossos. Los delitos de odio contra el colectivo LGTBI, en particular, se han triplicado entre 2014 y 2019, ya que se han incrementado en este periodo de los 38 a los 119 casos denunciados.
