Los gobiernos municipales de Peralada, Cruïlles y Corçà se oponen a la posibilidad de que estos municipios reciban los 2,7 millones de toneladas de residuos procedentes del vertedero ilegal de Vacamorta, después de que áreas de los respectivos términos municipales hayan aparecido como emplazamientos «idóneos» en un informe de alternativas encargado por la Generalitat de Cataluña.
En declaraciones recogidas por el Diari de Girona, el alcalde de Peralada, Pere Torrent, ha manifiestado una oposición «total» a la recepción de los residuos en el municipio, y lamenta que se hayan enterado por la prensa que esta localidad era uno de los emplazamientos barajados. El informe sobre ubicaciones alternativas del vertedero de Vacamorta propone como una de las tres mejores opciones el traslado de los residuos a un nuevo vertedero ubicado en una vieja exploración minera de Peralada.
Las otras dos posibilidades que considera «idóneas» son zonas situadas en las localidades de Cruïlles y Corçà, junto a Vacamorta. El alcalde de Cruïlles, Daniel Encinas, sostiene que «no tiene ningún sentido» la opción de su municipio, aduciendo que consistiría en trasladar los residuos «a 25 metros» del vertedero ilegal.
Además, Encinas sospecha que se trata de un intento de «no cumplir la sentencia» que obliga a la Generalitat a vaciar y restaurar el paraje de Vacamorta, por lo que asegura que comunicará al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) las novedades para que actúe «como responsable de la ejecución de la sentencia», recoge también el Diari de Girona.
En cuanto a Corçà, el alcalde Raúl Yruela, que también sospecha que hay una voluntad de evitar el cumplimiento de la sentencia, ha expresado preocupación ante la posibilidad de tener que albergar los residuos de Vacamorta, ya que el paraje que afecta a su municipio, de 10 hectáreas de extensión y en parte situado en Cruïlles, se encuentra en zonas húmedas «catalogadas», según ha explicado.
