El Port de Barcelona ha aprobado este miércoles la concesión para que el Hermitage se pueda instalar en la nueva bocana, pero este otorgamiento está condicionado al aval del Ayuntamiento, que ha votado en contra. El consistorio, de hecho, había pedido retirar el punto del orden del día para estudiar más a fondo la propuesta que involucra también ahora el Liceo, pero el Port ha decidido mantener la votación.
El Ayuntamiento de Barcelona y el de El Prat han votado en contra, así como la Abogacía del Estado, según ha explicado la teniente de alcaldía Janet Sanz, que ha criticado que el puerto haya «tomado el atajo». También ha anunciado que estudiarán ahora qué opciones jurídicas tienen, porque el consistorio, ha dicho, no debe tener ninguna relación con un privado.
Desde el Hermitage han celebrado la decisión del Port y califican el proyecto de «gran apuesta económica, social y cultural no sólo para la ciudad sino también para Cataluña». La construcción de Hermitage Barcelona conlleva una inversión privada de más de 50 millones de euros y los impulsores aseguran que permitirá crear 400 puestos de trabajo directos e indirectos. El Hermitage prevé que su aterrizaje en la ciudad sea una realidad en 2024 y que sirva para impulsar la «marca Barcelona».
