Los diputados de la CUP Dolors Sabater y Carles Riera han dirigido un aviso a Pere Aragonès, antes de votar para que se convierta en presidente de la Generalitat en la sesión de investidura celebrada este viernes, para que cumpla el acuerdo «de mínimos» cerrado semanas atrás por ERC y la CUP, independientemente del acuerdo que ERC ha alcanzado últimamente con JxCat.
Riera ha manifestado que «al ser un acuerdo de mínimos, es absolutamente irrenunciable«, y que el hecho de que determinados acuerdos cerrados con la CUP no se hayan incluido en el pacto con JxCat «no es excusa para no aplicarlos».
Al igual que Riera, Sabater ha expresado su desconfianza en la mesa de diálogo con el gobierno de España, que ha anunciado que «respetaremos» justo antes de exigir que, paralelamente, se haga efectivo un «acuerdo para la autodeterminación», que incluya no sólo la celebración de un referéndum sino la manera de «sostener su resultado».
Sobre la mesa de diálogo, Sabater ha considerado que se trata de una «vía muerta» y «fallida» que no solucionará «el conflicto», y ha alertado a Aragonès de que, en cambio, puede servir para «estabilizar» una situación de «represión flagrante» y «excepcionalidad política», según la descripción de la diputada cupaire.
Asimismo, ha exigido al futuro gobierno abandonar «piques» partidistas y emitir «señales» durante las próximas semanas. En particular, que se detenga «la represión contra en movimiento en defensa de la vivienda», incluida la retirada de efectivos policiales antidisturbios, a cambio de que la CUP siga sosteniendo la mayoría parlamentaria que hará posible el nuevo gobierno.
Sabater, que ha tachado a España de estado «demofóbico, patriarcal y militarista», ha añadido que tienen «una muy mala noticia» para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el rey de España, Felipe VI, y «los intereses que defienden»: que «seguimos en pie «y que «tantas veces como nos tumbéis, tantas veces nos levantaremos», según ha proclamado antes de afirmar que se agarran al «hilo rojo de la historia».
