La directiva de Joan Laporta, principalmente los repetidores de la anterior etapa y los recién llegados que se han adaptado rápido a la dinámica gastronómica que es tradición de la casa, tiene al restaurante Botafumeiro trabajando a destajo para atender las urgencias y las necesidades del equipo directivo y ejecutivo que se ha hecho cargo del club ahora hace casi dos meses.
Personal del club, y también vecinos del propio domicilio particular de nuevo presidente del FC Barcelona, confirman numerosas y frecuentes visitas de los vehículos de entrega de comida y catering de Botafumeiro tanto a las oficinas de Arístides Mallol como a casa de Joan Laporta con pedidos extraordinariamente generosos.
A pesar de que es reconocida y públicamente explicada la situación de crisis económica y financiera del FC Barcelona no parece que se hayan dado instrucciones precisas en el sentido de hacer más austeros y mesurados los gastos relacionados con comidas de trabajo, reuniones y encuentros de la cúpula de alta dirección del club que, por circunstancias diversas, requieren pedir algo para picar.
Se han detectado abultadas facturas –como, por ejemplo la referida a una opípara angulada- del restaurante del grupo Moncho’s al club y personal del presidente por los servicios prestados en determinados días y pedidos.
Quien ha perdido el favor gastronómico en relación al anterior mandato de Joan Laporta fue el desaparecido restaurante Drolma, con sede en el hotel Majestic, histórica sede de la oposición barcelonista en los tiempos de Núñez y el lugar preferido de la junta de Laporta hasta el 2010.
Su propietario y fan confeso de Joan Laporta, Fermí Puig, abrió un nuevo restaurante con el apoyo económico de Jaume Roures. El que fue cocinero oficial del laportismo, sin embargo, jugó sus cartas electorales a favor de Víctor Font por un vínculo íntimo familiar con el candidato de Granollers. Por esta razón, con la vuelta de Laporta y los festivales gastronómicos que tanto le gustan y promueve, Fermí Puig se ha quedado fuera del festín, que ahora se ha llevado el dueño de Botafumeiro, José Ramón Neira.
