La Agencia Tributaria ha comunicado a Juan Carlos I de Borbón, rey emérito de España, que le abre una inspección y le ha solicitado información adicional sobre la última regularización fiscal que emprendió. En concreto, ha reclamado a los abogados del anterior jefe de Estado documentación, facturas y contratos que justifiquen la naturaleza de sus rentas y de los contratos que firmó. A partir del contraste de esta información con la que consta en las bases de datos de la Agencia Tributaria, se quiere comprobar que la regularización fue veraz y completa.
Juan Carlos I emprendió dos regularizaciones fiscales por rentas que no había declarado, por lo que admitió el fraude, pero eludió una posible condena por delito fiscal. En la primera, el pasado mes de diciembre, pagó 678.000 euros por deudas tributarias del periodo 2.016-2018, derivadas del uso de tarjetas vinculadas con fondos opacos de su amigo el empresario mexicà Allen Sanginés-Krause. Entonces ya no estaba protegido por la inviolabilidad que le otorga a la condición de rey, cargo del que abdicó en 2014.
En la segunda, este mes de febrero, el rey emérito regularizó rentas no declaradas superiores a los 8 millones de euros, pagando 4,4 millones por los gastos que efectuó con cargo a la Fundación Zagatka, propiedad de su familiar Álvaro de Orleans-Borbón, durante el período 2009-2018.