El nombre del sociólogo Salvador Cardús aparece en un reciente auto del Juzgado de Instrucción número 18 de Barcelona relativo a la presunta malversación de fondos públicos para internacionalizar el procés a través de contrataciones irregulares, un caso en el que se investiga al exconsejero Raül Romeva y a casi una decena de altos cargos y ex-altos cargos de la Generalitat.
Esa instrucción judicial tiene en el punto de mira varias contrataciones, una de las cuales fue un informe por 13.636 euros encargado a Salvador Cardús por Víctor Cullell, el actual secretario del gobierno catalán y, al inicio del período investigado, director general de Análisis y Prospectiva del Departamento de la Presidencia.
Entre los contratos bajo la lupa los hay relativos a trabajos académicos sobre ámbitos ajenos a las competencias de la Generalitat. A Cardús, en concreto, se le encargó un informe sobre los instrumentos de cooperación internacional con España de los que dispondría Cataluña como estado independiente.
La Fiscalía también atribuye a Cardús un rol de intermediario en la adjudicación directa a una empresa belga, en 2015, de un informe sobre la política comunitaria de defensa por un importe de 5.000 euros. Sobre este contrato, la juez considera destacable que no se ha podido acreditar el titular de la cuenta que recibió el dinero, y que no hay documentación que acredite que se hizo el trabajo encargado.
Salvador Cardús ha sido y es uno de los cerebros de referencia del nacionalismo catalán. De hecho, ya aparecía en 1990 entre los «agentes actuantes» que hizo constar el entonces presidente Jordi Pujol en el denominado Programa 2000, un plan para imponer la hegemonía nacionalista, repartido a los consejeros del gobierno catalán. Cardús fue miembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional (CATN), un órgano que el gobierno de Artur Mas creó en 2013 para recibir asesoramiento sobre el proceso soberanista.
El hijo de este sociólogo, Pere Cardús, ha trabajado en los últimos años al servicio de Quim Torra: primero en el Palau de la Generalitat como coordinador de la gestión de la información y la atención a la ciudadanía, y luego como asesor de políticas estratégicas; y, finalmente, como director de la oficina que tiene Torra como expresidente, cargo que ejerce actualmente.
