Madrid en el corazón

Han intentado confundirnos en lo más básico. Han convertido la distopía de un Estado-muro de separación entre los trabajadores catalanes y el resto de trabajadores españoles en una utopía euforizante. Han intentado alejarnos todo posible. Nada que ver, han dicho, Madrid, España, el Estado español, con nuestra situación, con nuestra gloriosa Historia, con nuestros hábitos democráticos y sociales. Han sostenido, lo han dicho intelectuales de gran nombre y renombre, que estamos hechos de otra pasta política. Hablan despectivamente de Madrid como capital del Reino, a veces como metáfora del gobierno, del mismo Estado o de la “España autoritaria”. “De Madrid al cielo”, escribió una ex consellera ¡de Educación!, riéndose del dolor de millones de ciudadanos/as. Hablan, en general, siguen hablando, como si hicieran referencia a una ciudad, a un país-gobierno extranjero que sigue oprimiendo al verdadero pueblo de Cataluña. No les ha importado jugar con fuego, incendian siempre que pueden. Separar, separar, separar, eso han hecho, eso siguen haciendo, hasta intentar enterrar nuestros sueños de hermandad en el mar. Los de Baviera, Dinamarca o Lombardía no se juntan con los palurdos del centro aunque sus clases hegemónicas sean calcadas: corrupción, engaños, chulería, mando en plaza, ultra-neoliberalimo. Nos roban, han repetido mil veces, se quedan con nuestros dineros, se aprovechan de nuestro esfuerzo, nos odian por ser catalanes. Decir verdad no se conjuga en su diccionario.

Conocían los vientos huracanados que podían generar y no les ha importado. ¿No es evidente que los resultados obtenidos por VOX en Andalucía en 2018 están directamente relacionados con lo sucedido en .Cat en septiembre-octubre de 2017? ¿No es obvia la relación entre lo sucedido en las calles de algunas ciudades de .Cat tras la sentencia del TS y el auge y consolidación de VOX? ¿No son evidentes las causas de fondo que explican el buen resultado de este partido reaccionario de extrema derecha en las elecciones autonómicas catalanas del 14F? ¿Votos fascistas? ¿Tanto fascismo hay en Cataluña? Conviene no olvidar, como ha señalado Joaquim Coll, que en el Parlamento Europeo, Vox no se sienta junto a Le Pen y Salvini, sino en el grupo de los Conservadores y Reformistas, donde están los ultracatólicos polacos de Ley y Justicia y los flamencos nacionalistas de N-VA, ¡el partido que en Bélgica apoya a Carles Puigdemont, “el Vivales”!

Pero a pesar de su empeño y de sus tretas no han conseguido su propósito. Nunca lo conseguirán. Seguimos y seguiremos tan cercanos como siempre, tan unidos como siempre. Madrid no es para nosotros una ciudad extraña, una comunidad desconocida, alejada años-luz de nosotros. Nos importa Madrid, nos importa lo que sucede y preocupa a amigos, a compañeros, a conciudadanos con los que estamos unidos por mil lazos, por mucha historia y microhistoria en común, por mucha lucha democrática, por muchos sentimientos de cercanía. Por sueños, por realidades, por nuestra aspiración común a la igualibertad (la égaliberté de Balibar). Admiramos y sentimos muy nuestro el Madrid democrático que ha dado mil ejemplos de lucha firme por la justicia, por la dignidad. Madrid en nuestro corazón, siempre ahí, como la España en el corazón de Pablo Neruda.

El 4 de mayo hay elecciones autonómicas en la Comunidad amiga. Se prevé una participación mayor que en nuestro 14F, a pesar de ser día laborable. Que así sea, que nadie se quede en casa, que todo el mundo se sienta llamado a participar en unas elecciones convocadas por Ayuso y sus asesores para aplastar a la izquierda y a socios incómodos, para ganar por goleada, para gritar, al estilo de Esperanza Aguirre, “Madrid, somos yo y los míos; vosotros no contáis, sois machacas, carne de cañón. ¡A currar para nosotros!”.

No conseguirán su objetivo, tenemos que conseguir que no lo consigan. Todo nuestro apoyo desde aquí, desde la Cataluña trabajadora, y desde el resto de comunidades españolas. No estáis solos. Contra la reacción, por el avance de los logros democráticos. A la manera de Heráclito: “Quien no espera no hallará lo inesperado, pues es recóndito e inaccesible” [4]. Con esperanza, esperamos.

* En memoria de Pablo de la Torriente (1901-diciembre 1936), escritor cubano, amigo de Miguel Hernández, miliciano fallecido en el frente de Madrid.

 

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