El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ha explotado este martes contra la orden «ridícula», según él, del Tribunal Superior de Justicia (TSJC) que da 10 días a Salud para que iguale el nivel de vacunación de los policías españoles en Cataluña con el de los Mossos tras las denuncias de «discriminación» por parte de organizaciones policiales.
Argimon ha defendido su profesionalidad y la de la subdirectora de Promoción de la Salud, Carmen Cabezas: «Nosotros no discriminamos nunca ni por edad, ni género, ni creencia ni por nada porque me da igual si es un mosso o un guardia civil, me importa un bledo qué profesión tienen las personas, a nosotros nos han formado para dar cuidado y asistencia a todo el mundo».
Visiblemente molesto con la decisión del TSJC, Argimon ha explicado que los profesionales «vacunan las personas que llegan en una lista» y que en este caso hubo una parada cautelar de vacunación con Astrazeneca.
Sin embargo, Argimon ha dicho que Salud acatará la orden del TSJC, pero que esto supondrá retrasar la vacunación de personas del grupo de 70 a 79 años que son prioritarios.
En términos similares se ha pronunciado la consellera de Salud, Alba Vergés, que lamenta la «interferencia» del TSJC en la estrategia de vacunación. Defiende que la vacunación de los colectivos esenciales se detuvo por una decisión estatal y posteriormente también fue en el marco de la estrategia estatal que se decidió reanudar la vacunación con AstraZeneca a partir de los 60 años. Ha insistido en que está parada la vacunación de todos los colectivos esenciales y por eso no ve «adecuadas» estas «excepciones».
Por su parte, los agentes de la Nacional de Policía y la Guardia Civil se han mostrado satisfechos con el auto. También lamentaron que haya tenido que ser la justicia la que obligue al Govern a hacerlo.
