Salud entiende que el debate sobre si hay que empezar a flexibilizar la normativa sobre el uso de la mascarilla es «excesivamente prematuro». Un pronunciamiento que llega después de que el Centro Europeo de Control de Enfermedades haya planteado ya algunas excepciones para los vacunados. Así lo han confirmado el consejero de Interior, Miquel Sàmper, y el secretario general de Salud, Marc Ramentol.
Sàmper ha criticado el pronunciamiento europeo: «No ayuda que lleguen noticias diciendo que la mascarilla en breve no será obligatoria; eso nos lo dirá Salud cuando tengamos un índice de vacunación bastante elevado». En la misma línea se pronunció Ramentol, que ha afirmado el Govern «examinará» esta recomendación, pero que ahora mismo es «prematuro abordar este debate» porque sólo un 13% de la población del país está vacunada.
En concreto, el centro europeo ve con buenos ojos que no haya ni distancia social ni mascarillas en encuentros de vacunados o de vacunados con una persona que no sea de riesgo. En cambio, recomienda mantener estas medidas si hay alguna persona de riesgo o en reuniones de no vacunados.
El organismo europeo puntualiza que el uso de las mascarillas y de las distancias se mantendrá en «espacios públicos y grandes concentraciones independientemente del estatus de vacunación de los presentes». Da también vía libre a los estados para eximir de testos o cuarentena en los vacunados que quieran viajar. «Las autoridades de salud pública pueden considerar la exención de las personas completamente vacunadas de las pruebas repetidas en entornos laborales y de otras comunidades», afirma en un comunicado.
