La serie ‘El judici’ de Mediapro cuenta con 38 voces favorables a los presos y 3 críticas

TV3 difunde como propio el comunicado de prensa que colgó en su web la productora de Jaume Roures y Tatxo Benet para promocionar ocho capítulos que han costado 440.000 euros a la CCMA

La serie de ocho capítulos El judici, que TV3 comenzó a emitir este domingo 18 de abril, incluye las opiniones de 41 personas, de las que 38 mantienen posiciones favorables a los condenados en este proceso mientras que sólo tres son críticos con su actuación. Es decir que por cada voz cercana o coincidente con las tesis de la acusación hay doce que se posicionan del bando de los acusados. Mediapro Studio, la productora de Jaume Roures y Tatxo Benet, no esconde esta visión partidista del juicio a los dirigentes independentistas en el comunicado de prensa con la que anunció en su portal de Internet el inicio de la emisión de la serie. «La narración, hecha desde el punto de vista de los abogados defensores (…)» empieza diciendo uno de los párrafos de este comunicado. Un comunicado que ha copiado de arriba a abajo la Sala de Prensa de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) para informar sobre la programación de los dos primeros capítulos en TV3.

La nota de la CCMA, que incluso utiliza la misma fotografía de la de Mediapro, añade un subtítulo y el listado de las personas entrevistadas. En el subtítulo se dice que la serie «quiere aportar las claves jurídicas, políticas y emocionales del juicio contra los doce líderes independentistas catalanes». El redactor de la nota consideró necesario explicitar que estos líderes eran catalanes por si alguien no lo tenía claro. Los 41 entrevistados son también, en su inmensa mayoría, catalanes salvo algunas excepciones. Tres de las excepciones son, precisamente, las voces críticas con los condenados: Javier Zaragoza, fiscal de la sala segunda del Tribunal Supremo, Enrique Gimbernat, catedrático de Derecho Penal de la Universidad Complutense, y Joaquín Giménez, exjuez del Tribunal Supremo. Giménez, además, cree que calificar los hechos juzgados de ‘rebelión’ es excesivo.

El director de TV3, Vicent Sanchis, considera que los documentales de autor pueden tener un cierto sesgo ideológico, aunque durante años se negó a realizar uno sobre los negocios turbios de la familia Pujol con la excusa de que el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, no quería hablar de ello. En El judici este sesgo es espectacular. Intervienen once abogados defensores, los acusados ​​Meritxell Borràs, Santi Vila y Carles Mundó, siete familiares de los condenados, tres testigos rechazados por el Tribunal Supremo, entre ellos Carles Puigdemont, que huyó a Bélgica, para no ser juzgado, ocho testigos admitidos por el Tribunal, dos observadores internacionales, el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, y siete expertos, entre los que están los tres que no comparten los criterios de la defensa.

Tatxo Benet intentó vender la serie a TV3 por 800.000 euros -100.000 euros cada capítulo- con el argumento de que tenían que programarse antes de las elecciones del 14 de febrero, con la voluntad de influir en su resultado. Sanchis regateó esa cantidad y al final El judici ha costado 440.000 euros al erario público. Los primeros dos capítulos de la serie, como los otros seis, no se incluirán dentro de ninguno de los programas de TV3 dedica a emitir documentales –30 minuts, 60 minuts y Sense ficció– sino que sustituyen a dos de las películas que forman parte de su programación habitual de la noche de los domingos.

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