La guerra fratricida en el mundo independentista hunde ‘El matí de Catalunya Ràdio’

Los oyentes que suscriben la deriva de JxCat se alejan del programa matinal que dirige Laura Rosel pesar de la incorporación de colaboradores partidarios del unilateralismo como Peyu, Jair Domínguez o Albert Pla

La guerra fratricida en el seno del independentismo entre los partidarios de JxCat y ERC ha pasado factura al programa El matí de Catalunya Ràdio, que dirige y presenta Laura Rosel. La decisión de Mònica Terribas de abandonar el matinal de la emisora ​​pública a pesar de que tenía pendiente todavía un año de contrato ha sido interpretado por los partidarios del unilateralismo y del talante de Carles Puigdemont como un triunfo del director de la emisora, Saül Gordillo, vinculado con ERC. Los esfuerzos de Rosel para dar una imagen de radicalismo independentista no han sido suficientes para retener a unos oyentes unilateralistas que se han pasado a RAC1 y se han sumado a los seguidores del matinal que dirige y presenta Jordi Basté.

Los datos del último informe de la Encuesta General de Medios (EGM) han sido contundentes. El matí de Catalunya Ràdio tiene 404.000 oyentes. Hace un año, cuando estaba a cargo de Mònica Terribas, tenía 504.000. Ha perdido cien mil; es decir, uno de cada cinco. El anterior estudio del EGM, correspondiente al último trimestre de 2020 -el primero bajo la dirección de Laura Rosel- contabilizó 476.000. En tres meses, 70.000 oyentes lo han abandonado.

Rosel ha intentado seguir el modelo de Mònica Terribas, que no ocultaba sus simpatías con el independentismo intransigente. Pero no ha sido suficiente para convencer a una audiencia que la ve como una servidora de los intereses del partido de Oriol Junqueras y Pere Aragonés. Ha fichado a colaboradores caracterizados por su anti-españolismo radical. Cada día los humoristas Peyu y Jair Domínguez tienen un espacio y Albert Pla dispone de una sección quincenal para despotricar contra los Borbones. Domínguez ha propuesto dar puñetazos a la gente de Vox, ha aplaudido que se quemen contenedores y siempre está a punto para gritar «puta España». Pero la audiencia puigdemontista no madruga para escucharlo en Catalunya Ràdio.

Ante la evidencia del descenso de seguidores, Laura Rosel se explayó este miércoles 14 de abril con una editorial en la que estableció paralelismos entre la proclamación de la República hace 90 años y la situación política actual. Para ella, «es adecuado forzar un efecto espejo entre 1931 y 2021». Recordó que Alfonso XIII, «el abuelo de Juan Carlos I«, tuvo que huir entonces y que tanto ahora como hace 90 años «Catalunya está en crisis con el Estado, la Monarquía está en crisis con ella misma y la extrema derecha está en auge». Una adscripción a la ideología defendida por JxCat que difícilmente, sin embargo, le permitirá la recuperación de unos oyentes que han desfilado hacia El món a RAC1.

No ayuda a Rosel y su equipo en la pugna matinal contra el programa de Jordi Basté que TV3 dé cancha a este periodista en su programación. TV3 se hincha a insertar cuñas de publicidad del programa Nexes, del que se encargan Basté y Mònica Terribas la noche de los miércoles. La audiencia de este programa, que cuesta 1,4 millones de euros, es muy baja pero poner una alfombra roja en la televisión pública a quien disputa la audiencia matinal a la emisora ​​pública de radio cuesta de entender. Y Mónica Terribas contempla satisfecha, desde su nuevo sillón en la junta de Òmnium Cultural, el derrumbe de su sustituta.

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