TV3 emitió finalmente este domingo 11 de abril un documental sobre los negocios de la familia Pujol. Se lo pedía la oposición parlamentaria y la opinión pública desde que el ex-presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, confesase, el 25 de julio de 2014, que durante 34 años había tenido una fortuna escondida en el extranjero. El documental Pujol: els secrets d’Andorra, realizado por los periodistas Genís Gormand y Xavier Bonet, se ha emitido seis años y ocho meses después de aquella confesión y no aporta ninguna novedad a todo lo que se ha ido conociendo durante este tiempo . Vicent Sanchis, el director de TV3, justificaba hasta ahora que no se había realizado ningún documental sobre este tema porque el ex-presidente de la Generalitat no quería dar su versión. No la da en Pujol: els secrets d’Andorra. Habla, y mucho, uno de sus hijos, Josep, que se convierte en el protagonista central de un documental perfectamente prescindible.
Ya en la presentación del reportaje, el director del 30 minuts donde se encajó, Carles Solà, insinuó que el caso de la familia Pujol, «después de quitar el grano de la paja», podría quedar en nada. Destacó, eso sí, que el documental se adentraría en la investigación de cómo consiguió la ‘policía patriótica’, que Solà supuso que todo el mundo sabe lo que es, la documentación que puso en evidencia que, efectivamente, los Pujol tenían una fortuna en bancos andorranos que no habían declarado a la Hacienda española. Consciente de que Pujol: Els secrets d’Andorra no deja de ser un pobre resumen del escándalo de los negocios de la familia del ex-presidente, el propio Solà anunció que tal vez harán más documentales al respecto.
El que se vio ayer en TV3 tiene un ritmo lento y se presentó en dos partes. En la primera se hace una aproximación al proceso judicial a los Pujol y se destaca que el responsable del incremento de las cuentas corrientes de la familia en la banca andorrana es el hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola. Él habría multiplicado el valor del dinero de la deixa que su abuelo, Florenci Pujol, depositó en Suiza en beneficio del presidente catalán. El documental no aporta ningún dato sobre la existencia de esta deixa ni se preocupa de buscar en qué banco fue a parar. Tampoco investiga cómo consiguió Jordi Pujol Ferrusola que multiplicara su valor. Sólo señala que el sumario del juez que investiga el caso dedica al hijo mayor de Jordi Pujol una gran cantidad de páginas e incluye unos minutos sobre su participación en los negocios vinculados a la puesta en marcha de los vertederos de Tivissa y Vacamorta.
La segunda parte del documental -aquí ya sin contraste de pareceres de ningún tipo- va directamente a demostrar que la policía patriótica consiguió de forma irregular las pruebas que demostraban que los Pujol tenían una fortuna en la banca andorrana. El protagonista de los últimos minutos del documental es Juan Pablo Miquel, ex-consejero del Banco de Andorra, que denuncia las presiones a que lo sometió esta policía para que le entregara las pruebas que buscaba.
El espectador habitual de TV3 concluyó, después de ver este producto audiovisual, que Jordi Pujol tuvo dinero en el extranjero, pero que es comprensible que no lo declarara porque nunca se sabía cómo podría evolucionar la situación política española, que el hijo mayor era demasiado espabilado, pero no hizo nada que no haga mucha gente en el campo de las finanzas, y que, al fin y al cabo, lo pillaron porque España y su policía corrupta no le perdonó que justificara el independentismo.
El fiscal José María Mena termina su breve intervención en el reportaje afirmando que no entiende porque Pujol confesó su delito. Al otro fiscal que lo investigó por el caso Banca Catalana, Carlos Jiménez Villarejo, el 30 minutos no le pidió que pensaba de este escándalo. No entra dentro de los baremos de lo que es contrastar las informaciones en TV3. Jiménez Villarejo sí interviene en la serie sobre los Pujol que dirige David Trueba y estrenará pronto Discovery +. Se titula La Sagrada Familia. Será otra historia muy distinta.
