«Unos eran malvados y los otros, miedosos», ha sintetizado el infectólogo Oriol Mitjà sobre los miembros del gobierno de la Generalidad que encabezaba Quim Torra, durante una entrevista concedida a RAC1 para presentar su libro, A corazón abierto.
Mitjà, que asesoró a Torra sobre el control de la pandemia de la covid-19, adjudica el papel de malvados a los miembros del gobierno de ERC, en particular al vicepresidente Pere Aragonès, mientras que considera miedoso a Torra.
El infectólogo ha dicho que Torra «debería haberse plantado, tomar las riendas del gobierno y revolver toda la estructura», y le reprocha, citando lo que explica el propio Torra en su dietario recientemente publicado, que sólo se limitara a intervenir puntualmente sobre las residencias y para conseguir un avión.
Mitjà echa en falta que Torra no encabezara una «acción conjunta», coordinando todas las consejerías, y ha afirmado que «Esquerra no se lo permitió» y «él no se atrevió».
Asimismo, ha dirigido a Aragonès, como en anteriores ocasiones en los últimos meses, buena parte de las críticas más duras. Esta vez ha afirmado que el vicepresidente interpretaba que sus consejos como científico «usurpaban las competencias» de consejerías controladas por ERC, y le ha atribuido un «comportamiento pasivo-agresivo». En concreto, ha dicho del vicepresidente que era amable con él en persona, pero después descartaba sus aportaciones.
«Le dije a Pere Aragonés que me sentía capacitado. Él no tenía ningún interés y sólo pensaba en cómo esto podía afectar a su partido», ha añadido sobre la posibilidad de convertirse en comisionado con rango de consejero, un cargo ofrecido por Torra que finalmente asegura que rechazó por la actitud de Aragonès.
