Eva Parera. La actual regidora de Manuel Valls en el Ayuntamiento de Barcelona y diputada del PP en el Parlamento de Cataluña se estaría moviendo en los círculos de la derecha catalana para convertirse en su líder.
La operación Parera sería el fruto del entendimiento final entre el PP, Ciudadanos y otras pequeñas organizaciones que se sitúan en el espectro ideológico del centroderecha, algunas de ellas surgidas también de la antigua Convergencia de Jordi Pujol.
Parera ha militado en Unió Democràtica, donde tuvo cargos de representación. Tras un breve paso por una de las múltiples escisiones del catalanismo pospujolista, aterrizó en la plataforma de Manuel Valls y Ciudadanos, pero siguió a Valls y dejó Ciudadanos para votar a Ada Colau como alcaldesa, frustrando así Ernest Maragall. Parera y Valls tienen tantos votos como el PP de Josep Bou y Daniel Serrano.
Este pasado mes de enero, Parera dio otro paso aceptando ir en la lista del líder del PP catalán, Alejandro Fernández. Este fichaje no fue demasiado bien visto por el aparato del Partido Popular, que ya había aceptado la entrada de Lorena Roldán, una de las primeras dirigentes de Ciudadanos que se marchó al PP.
Ahora, Parera compagina las responsabilidades de concejala y diputada, al igual que Ernest Maragall y Elsa Artadi. Diversas fuentes apuntan que un importante grupo vería con muy buenos ojos que Parera llegara a liderar la nueva formación que habrá de surgir los próximos meses de las cenizas de Ciudadanos y del PP.
Por cierto, dentro del PP catalán se han sorprendido de la operación de Josep Bou, que destituyó a tres personas del aparato del partido y los ha sustituido por jóvenes promesas, todo ello con la bendición de Pablo Casado y el silencio de Alejandro Fernández, que a estas alturas es el presidente del PP en Cataluña.
La jugada de Bou sería el primer paso para la nueva hornada en Cataluña, en la que Parera tendría un protagonismo importante e incluso podría llegar a ser la nueva líder del enésimo proyecto de los populares, que en las últimas elecciones ha entrado por los pelos tanto en el Ayuntamiento de Barcelona como en el Parlamento catalán.
