Los trabajadores de Mediapro France acusan al directivo de esta empresa Jaume Roures de despedirles tras el fracaso de su gestión de los derechos audiovisuales de los partidos de la liga de fútbol de este país al mismo tiempo que ha avalado con 30 millones de euros a Joan Laporta para que pueda presidir el FC Barcelona. «Despedir franceses para ayudar al Barça, el escándalo Mediapro» es el titular con que abría foot01.com, ayer domingo 28 de marzo, la información sobre este asunto. «Jaume Roures acusado de haber mentido a los asalariados de Mediapro», había titulado este portal una noticia anterior. «Las tensiones persisten en Mediapro», tituló L’Equipe, el sábado.
Mediapro se hizo, casi por sorpresa, con los derechos para transmitir la mayoría de los partidos de fútbol de primera y segunda división en Francia por una cantidad a la que no pudieron hacer frente sus rivales en esta adjudicación, Canal + y Free: 828,6 millones de euros. Esta cantidad se tenía que pagar fraccionada en ocho plazos. Mediapro hizo frente a los dos primeros abonos -8,5 millones de euros, en julio, y 135,1 millones de euros, el 5 de agosto- pero dejó de pagar el tercero -172 millones de euros, el 5 de octubre- y el cuarto -127,1 millones de euros, el 5 de diciembre. Es decir, debía ya casi 300 millones a la Liga del Fútbol Profesional, lo que ponía en peligro de suspensión de pagos a muchos equipos y, por lo tanto, el salario de sus futbolistas. Finalmente, Mediapro pagó 100 millones de euros y dio por roto el contrato firmado con la Liga de Fútbol Profesional francesa.
Para retransmitir los partidos, Mediapro creó el canal televisivo de pago Téléfoot, que dejó de funcionar el 7 de febrero. Los abonados se quedaron sin servicio y los trabajadores de Téléfoot sin trabajo. Ahora, Jaume Roures negocia el despido de unos noventa trabajadores de Mediapro France, prácticamente toda la plantilla. El pasado miércoles, los representantes del personal de la delegación francesa de la productora de Roures le enviaron una carta en la que aseguraban que se sentían «traicionados y despreciados» y añadían en tono amenazador: «Actuemos y encontremos un terreno común antes de que pase lo inevitable. Es decir, un plan de salvaguarda del empleo interminable con muchas peleas legales que no satisfarán nadie».
La coincidencia del anuncio de los despidos de los trabajadores de Mediapro France en unas condiciones peores de las que les había prometido Roures con su aval millonario a Joan Laporta ha empeorado aún más la imagen deteriorada que tanto él como su empresa tienen hoy en Francia. En cambio, en Catalunya, tanto Roures como su socio Tatxo Benet participan cada semana en tertulias políticas de Catalunya Ràdio y TV3 en las que nunca se les pregunta por el escándalo francés.
