La primera vuelta de la investidura del candidato de ERC, Pere Aragonés, ha quedado frustrada como se había anunciado por la negativa de Junts, que se han abstenido y esto ha hecho fracasar la elección del candidato republicano. Así, la investidura queda aplazada para una segunda vuelta, que se celebrará este próximo martes. El resultado de la votación ha ido como se esperaba: 42 votos a favor, 61 en contra y 32 abstenciones.
No contentos con la abstención, Junts han aprovechado el pleno de investidura para pedir a Aragonés que renuncie a la segunda votación para centrarse en la negociación. Identifican así que el acuerdo está lejano y que todavía queda mucho trabajo por hacer. Un trabajo que no creen tener listo antes de la segunda vuelta. Eso sí, los posconvergentes han dicho que no cuestionan al aspirante republicano y que no especulan con forzar nuevas elecciones.
Por su parte, Aragonès ha hecho pública la negativa de su formación ha renunciar a la votación de la segunda vuelta y ha reclamado a Junts «superar las desconfianzas». En términos similares se pronunció la CUP, que ha votado a favor de Aragonès y que ha reprochado a Junts que no haya hecho los deberes para invertir Aragonès.
En su intervención final, en respuesta a la intervención de la portavoz de Esquerra Marta Vilalta, y sabiéndose perdedor de la investidura, Aragonés se ha dirigido a los diputados de la mayoría independentista, especialmente a los de Junts, para recordarles que Esquerra al revés siempre ha dado el voto favorable a los posconvergentes. Les ha convocado «mañana mismo, si es necesario» para encontrar un acuerdo y no dilatar la investidura más tiempo.
