El expresidente de la Generalitat Quim Torra considera que los medios de comunicación catalanes están en contra de la independencia, incluida TV3. Lo expresa en su dietario Las horas graves, donde reflexiona sobre sus pensamientos en los primeros 45 días de la pandemia de la covid-19.
En uno de los pasajes del libro se pregunta: «¿Cómo ha podido el independentismo alcanzar una mayoría social central en el país, con la gran mayoría de los medios en contra?». El propio Torra se responde: «Pues porque se puede tratar de manipular un tiempo a alguien, incluso a mucha gente, pero no se puede engañar toda la vida a todo un pueblo». Además, Torra cree que en Cataluña no hay periodistas independientes de verdad. En cambio, no se priva en este libro de memorias de escribir que recibe llamadas de influyentes periodistas como Mònica Terribas y Vicent Partal, y del sociólogo y columnista Salvador Cardús, todos ellos absolutamente comprometidos en la causa independentista.
Torra asegura que es en las redes sociales donde hay libertad y los usuarios no obedecen las consignas políticas. Para él, de hecho, es en Twitter donde más libertad hay. Esta consideración acerca a Torra a los postulados de Donald Trump y de la extrema derecha. El expresidente estadounidense también opinaba que sólo en la red había libertad de prensa.
El expresidenta de la Generalitat no suele encajar las críticas a su gestión y ha usado su cuenta en las redes sociales para responder a las opiniones de sus adversarios políticos, sobre todo los socialistas y de los comunes. Esta misma opción han utilizado destacados colaboradores de Torra mientras fue presidente.
En el mismo volumen de memorias, Torra reconoce que TV3 le instaló un set en la Casa de los Canonges. Cuando él quería hablar sólo tenía que llamar por teléfono a TV3 y la cadena paraba la programación para conectar con la Generalitat. Normalmente, era a la hora del Telenotícies buscando la máxima audiencia.
Asimismo, parece que Torra desconozca la cantidad de medios procesistas, empezando por TV3 y Catalunya Radio, que han dado alas a las consignas de su movimiento. Precisamente, uno de los fundadores de TV3, Salvador Alsius, reconoce desde su independentismo que la televisión catalana de ahora sólo se dirige a un público, y que ha abandonado a una parte muy importante de la población.
