Cada vez hay menos, pero todavía queda un grupo de irreductibles que aprovechan las noches de los sábados para protestar contra el encarcelamiento del rapero leridano Pablo Hasél. Ayer lo volvieron a hacer, reclamaron la liberación del músico y de «todos los represaliados del régimen».
La Guardia Urbana cifraba la acción de este sábado en 350 manifestantes. Desde el primer momento, sin embargo, los participantes han sido atados en corto por los Mossos. En la convocatoria inicial de la plaza Universidad, a las 19 h, ya se han encontrado con los accesos de la estación de metro cerrados por orden de la policía catalana. Más adelante, cuando la marcha se ha planteado bajar por la Rambla, se han encontrado una línea policial de antidisturbios que les evitaba tumbar en este sentido. En todo momento, el dispositivo de la policía ha seguido de cerca el grueso de la movilización. Y, además, los Mossos han dispuesto de helicóptero y un equipo de drones para seguir por el aire la movilización.
Con todo, los participantes de la protesta han clamado mensajes contra el gobierno español, contra la represión y contra los Mossos. Y también han reivindicado el mensaje de la convocatoria: «Por la conquista de nuestros derechos y libertades». Más allá de eso, no se han producido incidentes y se ha mantenido un tono pacífico en todo momento.
