La LFP decide al límite si vale el extraño aval de Laporta

José Elías, de Audax, desatasca el contraaval para llegar a los 124,6 que debe presentar la candidatura a la Liga

Joan Laporta votante en la jornada de elecciones presidenciales del FC Barcelona
Joan Laporta votante en la jornada de elecciones presidenciales del FC Barcelona

Joan Laporta se enfrenta este miércoles a un peligroso juego en el que debe eludir la estricta vigilancia de la Liga de Fútbol Profesional, instancia última que debe validar si es correcto o no el aval que, según algunas fuentes periodísticas, aseguran que el Banc de Sabadell estaba tramitando la agitada tarde del martes.

A veinticuatro horas del límite estatutario de la toma de posesión de la nueva junta directiva, elegida el pasado día de 7 de marzo, la tenencia y validez del aval no está clara. El teórico aval lo extendió finalmente el Banc de Sabadell por un importe de aproximadamente 50 millones de euros de los 124 exigidos por la normativa de la Ley del Deporte.

El resto proviene de un acuerdo entre el equipo de Joan Laporta y la compañía energética Audax, de raíz catalana, bajo la presidencia de José Elias, magnate de la comercializadora de electricidad interesada en el proyecto electoral del expresidente del FC Barcelona. Se da el caso, sin embargo, de que José Elias no posee la antigüedad suficiente como socio del club para ocupar un cargo directivo, razón por la que su primer ejecutivo, Eduard Romeu, está decidido que sea próximo vicepresidente económico del club.

Esta fue la solución de emergencia tras la dimisión de Jaume Giró, baluarte y referencia de la candidatura de Joan Laporta que, desde el principio, debía liderar las negociaciones del trámite del aval y de su solvencia.

El problema, ante la LFP, es que Laporta no puede incluir las garantías que presuntamente ha de aportar Audax Renovables a través de la figura de Eduard Romeu porque no estuvo incluido en la lista de los directivos presentados en la formalización de la candidatura. No se trata de un directivo electo y por tanto no puede figurar en el aval aunque sea quien aporte más garantías en forma de contra-aval.

El notario, la junta de Joan Laporta y el propio José Elias, sabrán hoy si la Liga de Fútbol Profesional, presidida por Javier Tebas, acepta esta modalidad de aval, disperso, contra la aparente inflexibilidad del organismo, que ya envió a los precandidatos, en su momento, un modelo de carta de aval, único, sin ningún margen a la interpretación.

El Banc de Sabadell también hizo horas extras porque la teórica junta de Laporta aún no se había puesto manos a la obra prácticamente hasta este lunes y martes a la espera de ajustar las posibles cantidades a avalar por cada uno aunque ha trascendido que algunos de los hombres de confianza de Laporta ni avalan ni han puesto dinero en la campaña.

Por otro lado, sorprendentemente, algunos medios deportivos recibieron ayer por la tarde órdenes urgentes de inserción de publicidad de Audax Renovables con el logo propio retocado con los colores del Barça y haciendo un uso no autorizado de la palabra ‘blaugrana’ como si ya formase parte de la estrategia comercial de la compañía asociada al club. Una acción de apariencia de legalidad y de validación mediática sin ningún fundamento ni justificación. Pero así funciona el entorno de Laporta, continuamente desafiando la ley y la verdad imponiendo su relato gracias al colaboracionismo de la prensa.

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