Joan Laporta ordenó el espionaje de la vida privada y de los negocios particulares de Sandro Rosell

Estos “dosieres” se encargaron a la agencia de detectives Método 3 y las facturas, de más de 80.000 euros, las pagó el Barça

Sandro Rosell fue el presidente más votado de la historia del FC Barcelona, en las elecciones del 2010, y es una persona muy querida por la inmensa mayoría de la afición azulgrana. El injusto encarcelamiento que sufrió durante casi dos años en el centro penitenciario de Soto del Real, acusado de unos delitos de los cuales fue absuelto en 2019 por la Audiencia Nacional, todavía ha incrementado más su popularidad y, actualmente, merece el respeto y la admiración de todo el mundo.

En este contexto, resulta especialmente grave el espionaje personal y la investigación de sus empresas y negocios que ordenó hacer a la agencia de detectives Método 3, en 2008, el entonces presidente del Barça y actual candidato a las próximas elecciones del 7 de marzo, Joan Laporta.

Facturas falseadas

La revista EL TRIANGLE ha conseguido los documentos acreditativos de esta sucia maniobra que, para más inri, fue financiada, a través de facturas falseadas, por el mismo FC Barcelona. El semanario, en su última edición, publica los informes sobre Sandro Rosell realizados por Método 3 y las facturas de estos servicios que pagó el Barça y que suben a más de 80.000 euros.

La publicación de estos documentos tendría que provocar la fulminante retirada de Joan Laporta de la carrera electoral. Con estos antecedentes, el ex presidente y ahora candidato no es digno de representar la historia, la trayectoria y los valores de la principal entidad deportiva y social de Cataluña.

Según explica la revista EL TRIANGLE, Joan Laporta ordenó el espionaje y la investigación de las actividades empresariales de Sandro Rosell. Por eso, a través del jefe de Seguridad del club, Xavier Martorell, el Barça contrató los servicios de la polémica agencia de detectives Método 3. Los hechos pasaron en 2008, en un momento especialmente delicado de la presidencia de Joan Laporta.

Moción de censura

Aquel año, los socios Oriol Giralt i Christian Castellví impulsaron una moción de censura contra el presidente y la junta directiva de la entidad a causa de su nefasta gestión deportiva, patrimonial y económica. Esta moción de censura, que contaba con el aval de 9.145 firmas de socios, alteró los nervios de Joan Laporta, que veía peligrar su poltrona. Para intentar que fracasara, comenzó una guerra sucia para desacreditar a sus promotores.

Joan Laporta tenía el convencimiento que detrás de este voto de censura estaba la mano negra de Sandro Rosell, que había sido vicepresidente deportivo del Barça entre los años 2003-2005, hasta que decidió dimitir, harto del estilo de gestión personalista del presidente. Es en este contexto, en que Joan Laporta estaba histérico y paranoico, que se produjeron los encargos a la agencia Método 3 para “desnudar” la vida privada y empresarial de Sandro Rosell.

El objetivo de Joan Laporta cuando contrató a los detectives era doble: de un lado, intentar demostrar que, efectivamente, Sandro Rosell era el director de orquesta, desde la sombra, de la moción de censura; y, del otro, investigar sus actividades empresariales en España y en Brasil para encontrarle posibles negocios sucios y desacreditarlo públicamente o denunciarlo ante la justicia.

En este sentido, el trabajo hecho por los detectives de Método 3 fue decepcionante para los intereses de Joan Laporta. Se estuvieron una semana vigilando constantemente el domicilio y el despacho de Sandro Rosell, en la calle Déu i Mata 127, de Barcelona, y no pudieron establecer ningún vínculo con los promotores de la moción de censura. También investigaron a fondo los negocios de Rosell –incluso obtuvieron una copia de la declaración 347 de Hacienda– y no encontraron ninguna irregularidad remarcable, ni en España ni en Brasil.

Tres operativos

Sandro Rosell no fue la única víctima de la furia inquisitorial del entonces presidente del Barça, que se sentía perseguido y acorralado. Los detectives también investigaron la vida privada de Oriol Giralt e hicieron tareas de vigilancia en la sede desde donde se tramitaba la moción de censura, en el Hotel Derby, de Barcelona.

En concreto, Sandro Rosell fue objeto de tres operativos de Método 3: la vigilancia de su domicilio particular, la investigación de sus empresas en España y un tercero sobre sus actividades en Brasil. En total, las tres facturas que pagó el Barça por estos encargos –que llevan fecha de 1 de julio y del 6 de octubre del 2008– subieron a 83.968 euros. Durante el mandato de Joan Laporta, el club pagó facturas por un importe global de más de 800.000 euros a esta empresa de detectives.

Lo más curioso es que estos encargos los facturaba la sociedad Método 3 Consultoría de Seguridad SL, que no tenía trabajadores. Con posterioridad, Método 3 facturaba los trabajos a M 3 Consultoría de Seguridad SL, pero por un importe de solo el 60%. Un informe de la UDEF ha establecido que una parte del diferencial acababa en los bolsillos de Xavier Martorell, el jefe de Seguridad del FC Barcelona.

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