El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha movido ficha para replantear las órdenes de detención de Carles Puigdemont, Toni Comín, Clara Ponsatí y Lluís Puig.
Tras la negativa de Bélgica a entregar a Puig, Llarena quiere que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE) establezca criterios estables para el cumplimiento de las órdenes europeas de detención y extradición de los líderes independentistas que se fueron a Bélgica.
El juez recurre, por primera vez, a los tribunales comunitarios para evitar que la justicia belga repita lo mismo que hizo con el ex consejero Puig y tumbe las euroórdenes contra Puigdemont, Comín y Ponsatí si, finalmente, la eurocámara los acaba levantando la inmunidad.
Por ello ha dado tres días a la Fiscalía y al resto de partes que se pronuncien sobre si procede a elevar la consulta a la justicia europea y, en función de la respuesta, volver a cursar las órdenes europeas de detención.