Catalunya Ràdio suspende el debate sobre las elecciones al Barça y TV3 lo recorta para favorecer a Laporta

Vicent Sanchis se supera y elimina del guión el ámbito social del club para no exponer a su candidato favorito

Vicent Sanchis, director de TV3
Vicent Sanchis, director de TV3

Cuando, a la vista de la manifiesta actuación de servicio de TV3 y de Catalunya Ràdio a favor de la candidatura de Joan Laporta, podría pensarse que ir más allá sería imprudente, escandaloso y llevar el canal a un ridículo sin precedentes, los medios públicos de la Generalitat se han superado.

TV3, que ha previsto cerrar la campaña con el debate tradicionalmente más atractivo y trascendental el próximo día 5 de marzo, ha preparado un formato minimalista y en la dirección contraria. En primer lugar, lo ha reducido a una hora efectiva de participación de los candidatos en lugar de las dos horas largas que venía durando un evento de esta importancia social en un país como Catalunya, donde el Barça pesa extraordinariamente y la televisión pública siempre ha aprovechado esa sinergia para ofrecer contenidos de máximo interés y de récord de audiencia.

También lo ha retrasado con esa finalidad de encajarlo en una franja horaria a partir de las 22:30 y con la intención de no llegar ni mucho menos al límite de la medianoche. La teórica voluntad de ser escrupuloso se ha exagerado para que, en su conjunto, TV3 procure estar alineado con la dirección de campaña de Joan Laporta, que ha exigido imponer sus reglas y su criterio reduccionistas a cambio de participar en él.

La finalidad es que Joan Laporta sea expuesto lo menos posible a un debate en el que su nuevo personaje, creado para ser sólo un candidato-muñeco sin personalidad ni carácter, pusilánime y proyectado como presidente en base al mero hecho de que ya lo fue y a la extendida sensación -a base de millones gastados en publicidad- de que ya ha ganado las elecciones por mucho que se esfuercen los demás, decepcione profundamente a los propios laportistas de toda la vida y a los neolaportistas que esperan un ‘tigre’ audaz, desenfrenado y valiente.

El éxito se basa hoy, precisamente, en aislarlo y ocultar su decrepitud física y sus verdaderos planes para convertirse de nuevo en el “pirata” más rico de todos los mares barcelonistas.

La pantomima y el teatrillo, sin embargo, se han prolongado demasiado, lo bastante para extremar ahora el riesgo de echarlo por la borda en un solo programa de televisión. Por eso ha rechazado participar en más debates, dejando exclusivamente que su hombre de finanzas, Jaume Giró, acudiera a los debates sobre economía.

Los demás los ha cancelado porque sus directivos no sólo no dan la talla, sino que enseñan, como Elena Font o cualquiera de los supervivientes de su etapa ruinosa entre el 2003 y el 2010, que el Laporta de hoy, con su buenismo es el mismo lobo de siempre, más lento, con menos reflejos y con las facultades menguadas por sus excesos, aunque igualmente necesitado de hacer negocios propios para él y para su entorno. Es lo mismo de siempre, aunque bale débilmente como un corderito.

Pero donde TV3 se expone al ridículo, por órdenes de su director Vicent Sanchis, desbocadamente dispuesto a que gane Laporta como sea, pues esa es su “operación triunfo”, es en el ámbito de los bloques temáticos previstos para el debate, donde se ha obviado el bloque social, reduciéndolo al apartado económico, al deportivo y al Espai Barça, ámbito en el que tiene preparado una ‘bomba’ a la que llama Barça City y que suena como el Barça Parc de Viladecans en su día. La música del pelotazo resuena en esa mala idea.

En cambio, la esencia del modelo de propiedad y de convivencia de un club con 121 años de vida, su estructura social y familiar, la fuerza que da identidad al Barça, clave de su participación y poder de decisión como son los socios del FC Barcelona, están fuera del guión original previsto. Nunca se había planteado un disparate igual.

Se temía que TV3 se implicara en el último capítulo de su entregado patriotismo a Laporta, a fin de cuentas, otro títere de Jaume Roures, pero no que directamente preparara una farsa como esta. Habrá que ver si rectifica y lo disimula o la mano del diablo es, verdaderamente, la que mueve el teórico gran debate.

No hace falta destacar que Catalunya Ràdio ha suspendido el debate previsto para este viernes porque finalmente Joan Laporta no ha querido participar y además ha dado órdenes a la radio pública de sostener con su silencio esta vergonzosa complicidad.

 

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