El consejero de Interior de la Generalidad de Cataluña, Miquel Sàmper, se ha reunido este domingo con todos los sindicatos de los Mossos para abordar la situación generalizada de malestar dentro del cuerpo policial tras la quinta noche consecutiva de disturbios en las protestas en apoyo al rapero leridano Pablo Hasél.
Sàmper ha comunicado a los sindicatos su intención de trasladar el debate sobre el sistema de orden público al Parlamento con la voluntad de proteger al cuerpo policial. Además, ha añadido que lo que pretende con esta decisión «es extraer los Mossos del debate político» en un momento en que se están produciendo negociaciones entre los diferentes partidos para formar el nuevo Govern y que la CUP ha pedido un cambio radical de modelo de seguridad pública.
Antes del encuentro, en declaraciones a RAC1, el consejero ha querido precisar que la intervención que ha hecho la policía catalana estos días de disturbios, que se ha saldado con una persona herida de gravedad, «ha sido la mejor» que se podía hacer con los medios que tiene a su alcance.
De este modo, el consejero ha querido cerrar la polémica desatada después de que afirmara recientemente que «una manifestación en el siglo XXI no puede terminar con una persona lesionada de gravedad» y se mostrara a favor de una revisión «urgente» del modelo de orden público. Asimismo, el partido del consejero, Junts, tachó de «inaceptable» la intervención policial durante los disturbios, lo que ha contribuido al profundo malestar que siente el cuerpo policial.
El consejero también ha admitido que se siente solo. «La soledad del consejero de Interior es enorme», aseguró, al tiempo que ha añadido que «faltó contundencia» de «todas las fuerzas políticas y sociales» para pedir que las protestas a favor de la libertad de Hasél no derivaran en disturbios.
