El aspirante de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha comprometido este jueves, en una entrevista concedida a RAC1, a no aceptar los votos del PSC para ser investido presidente, aduciendo que el apoyo de los socialistas le condicionaría porque «no son nunca gratis».
Además, ha indicado que no tendría «ningún problema» en firmar que no pactarán con el PSC, en relación a que haya sido su compañero de filas Sergi Sabrià, y no él, quien ha firmado el veto al PSC compartido por las formaciones independentistas.
Aragonés, eso sí, ha negado que se trate de ningún cordón sanitario contra el PSC, sino de una «incompatibilidad para gobernar», por lo que no se ha cerrado a la posibilidad de alcanzar acuerdos parlamentarios con los socialistas, después de que la candidata de Junts, Laura Borràs, le haya planteado públicamente extender el veto contra los socialistas al Congreso y a las instituciones municipales y supramunicipales.
El candidato de ERC ha diferenciado esta decisión respecto del PSC del trato a Vox, la formación de ultraderecha españolista contra la que considera que «sí debe haber un cordón sanitario».
En cuanto a una eventual victoria de Borràs, Aragonès ha adelantado que votarán a favor de su investidura como presidenta, como han hecho en el pasado con otros candidatos independentistas.
Por otra parte, ha rechazado especular con nombres de un futuro gobierno, pero ha adelantado que quiere que ERC controle los departamentos de Economía, Salud y Asuntos Sociales, como hasta ahora.